martes, 14 de diciembre de 2010

LA IMPORTANCIA DEL DESARROLLO DE CIENCIA ACTUARIAL EN COLOMBIA

Por Diana Hernández Bello

En la actualidad, compañías, empresas, entidades y el público en general están expuestos a pérdidas económicas causadas por ciertos eventos considerados negativos, pues van en detrimento de una estabilidad económica. ¿Es factible conocer con qué probabilidad se presenta un evento que acarrea una pérdida económica? ¿Cómo se puede medir el impacto económico a causa de estos eventos? ¿Qué mecanismos existen para resarcir esta pérdida? ¿Quién se dedica a analizar y estudiar estas probabilidades e impactos?

Las personas aún no son completamente reflexivas acerca de la necesidad de controlar las posibles pérdidas económicas causadas por eventos a los que están expuestos día a día. Cada uno de estos eventos puede afectar la vida, el patrimonio, la salud, el trabajo, las inversiones, entre otros. Para compensar el posible menoscabo en la economía familiar es necesario contar con un soporte o medio que ayude a estabilizar las secuelas producidas una vez ocurra el evento y se determine su impacto. Las herramientas que permiten resarcir la perdida corresponden a productos del sector asegurador y financiero. La ciencia actuarial se encarga de proporcionar la base matemática que sustenta el producto de seguro y analiza el producto financiero, buscando un equilibrio entre la persona que busca protección y la compañía que acepta el riesgo de brindar cobertura a dicha persona.
No obstante, la ciencia actuarial no es muy conocida, los resultados producto de esta ciencia sí lo son. Por ejemplo, si se habla del costo de un seguro de vehículo, del monto mensual que recibirá un pensionado una vez se jubile, del costo de un seguro de salud, de la variación del precio de una acción, etc. Estos son temas cotidianos y, por ende, de fácil comprensión para la mayoría de las personas. Sin embargo, en nuestro país no existe conocimiento con respecto a la ciencia actuarial y, por lo tanto, no hay un interés en su desarrollo y crecimiento en Colombia.
Por un lado, al sector asegurador y financiero le interesa que el tema actuarial sea difundido, enseñado y aplicado con la rigurosidad que requiere. Como dicho conocimiento demanda un alto nivel de especialización y profundización, el ambiente más propicio para generarlo es desde la academia. Por otro lado, a pesar del interés suscitado por los sectores y los profesionales que desean estudiar el tema, actualmente existe una resistencia en ampliar el nivel requerido, pues solo se encuentra el programa de especialización en actuaría y no hay programas de maestría en esta especialidad en el país.
En Colombia, solo existen dos universidades que ofrecen el programa de actuaría a nivel de especialización, estas son: la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Antonio Nariño. Luego, la academia no está haciendo el suficiente esfuerzo por lograr que este conocimiento sea ofrecido en el país, ni por lograr una mayor cobertura en el programa de especialización. Esto genera que los estudiantes interesados en consolidarse en el área busquen oportunidades de estudio en el extranjero y en algunos casos no retornen con el conocimiento adquirido, pues es una de las profesiones mejor remuneradas. “Being in high demand is just one reason actuary landed at the top spot on a newly released study ranking of the 200 best and worst jobs in the U.S. ” (Needleman)
Al tratarse de un tema desconocido para la mayoría del público no se considera como una opción en el momento de elegir una carrera o línea de profundización. Por ejemplo, a nivel de Latinoamérica existen países como Argentina que cuenta con 280 compañías de seguros y 600 actuarios, es decir en promedio 2.14 actuarios por compañía; mientras que en Colombia se tienen 46 compañías de seguros y 55 actuarios, es decir en promedio 1.19 por compañía (Casualty Actuarial Society).
Como la ciencia actuarial tiene un alto nivel de rigurosidad matemática, debería surgir el interés por parte de las facultades de ciencias en promover su desarrollo, ya que esto resultaría de alto impacto en la sociedad. Con un conocimiento actuarial amplio habría mayor y mejor competencia entre las compañías del sector asegurador, pues se servirían del conocimiento actuarial para el desarrollo de productos innovadores que les permitirían expandirse en el mercado. Su operación estaría apoyada en una base técnica rigurosa que les concedería mantenerse en el mercado y medirían sus obligaciones de forma conservadora determinando su solidez.
Además, se generaría una concientización de las compañías de seguros sobre la importancia del aporte que harían los profesionales de la ciencia actuarial en toda su dinámica de negocio, dado que desde la concepción de un producto de seguro, su estudio de mercado, la determinación correcta de los costos de comercialización, el valor final del producto, su implementación en el sistema y su seguimiento y control estarían apoyados por un profesional en el tema.
Adicionalmente, habría mayor conciencia de que el fomento de la ciencia actuarial es necesario para promover un entorno de mercado más activo y equitativo. Desde las entidades reguladoras hasta los participantes en el mercado buscarían equilibrio, estabilidad y equidad en los precios de sus productos. Esto conllevaría a un resultado técnico positivo.
En cuanto al sector financiero, es importante tener en cuenta que los eventos que causan una posible pérdida económica están relacionados con los comportamientos del mercado, generándose un riesgo denominado de inversión, es decir, variaciones en el precio de los activos, variaciones en las tasas de interés, etc.; y, por otro lado, el riesgo de crédito, que consiste en no recibir los retornos esperados en una inversión. Luego, los actuarios que se desempeñan en el sector financiero tienen como objetivo principal medir estas variaciones de una forma ajustada mediante modelos matemáticos.
En muchos aspectos los actuarios involucran el conocimiento financiero al tema de seguros, pues en el caso concreto de rentas vitalicias es necesario que el profesional en ciencia actuarial tenga un amplio conocimiento de los activos que soportan las reservas de este tipo de producto de seguro, ya que es a largo plazo. Adicional al componente contingente de sobrevivencia del pensionado, existe un componente contingente de variación en tasa de interés que puede, en algunos casos, presentar un resultado negativo que hace que se produzca una pérdida en la capacidad de la compañía para responder por la obligación contraída en el contrato de seguro de pensión.
Si en Colombia existen universidades que ofrecen programas de pregrado y posgrado en matemáticas, economía, estadística y finanzas, que son carreras con un elevado componente de rigurosidad matemática, y existe una necesidad de los sectores asegurador y financiero de contar con profesionales en ciencia actuarial que se desempeñen en el medio, ¿por qué no existe un programa de maestría en actuaría? ¿La academia debería ser más activa promoviendo programas de actuaría? ¿Los profesionales que actualmente se desempeñan como actuarios están aportando su conocimiento a la academia en pro de fomentar el desarrollo actuarial en Colombia?

Referencias bibliográficas
Casualty Actuarial Society. (s.f.). Recuperado el 24 de Noviembre de 2010, de http://www.casact.org/global/latinamerica/index.cfm?fa=colombia
Needleman, S. H. (s.f.). Recuperado el 24 de Noviembre de 2010, de http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703580904574638321841284190.html


Vestida o desnuda, ¿cómo te gusto más?










































































Honestidad constructiva o revestimiento en la obra de Cuellar de Serrano Gómez


Por: Daniel Felipe Camacho B.



Introducción

Al igual que el cuerpo humano se cubre con ropas y accesorios, los edificios se enchapan, se decoran, se pintan, en fin, la estructura y el cerramiento se cubren con materiales que toman el nombre de revestimiento. El objetivo de este texto es hacer una reflexión sobre la materialidad en arquitectura, específicamente la superficie de las construcciones; eso que algunos han llamado la piel del edificio. Para tal efecto se ha tomado como ejemplo la obra de la firma “Cuellar Serrano Gómez”.

Resulta útil establecer la comparación entre revestimiento y vestido. En principio, la indumentaria tiene un propósito funcional, el de cubrir el cuerpo de la intemperie para protegerlo de efectos incómodos y nocivos. También sirve para expresar el oficio de una persona, su clase social, su nacionalidad y muchos contenidos de orden cultural. Es decir, lo que nos ponemos en el cuerpo trasciende su función técnica y así ha sido a largo de la historia. En ocasiones, el vestido puede perseguir fines decorativos, que responden a la búsqueda de la belleza. En resumen, los atavíos tienen aspectos funcionales, técnicos, simbólicos y estéticos. Por ejemplo, la armadura del caballero medieval lo protege contra las agresiones por eso es metálica. Al mismo tiempo este traje denota su condición de guerrero y también se adorna para sea vea bonito.

Por otro lado, dejando de lado los aspectos morales por los cuales se cubre la desnudez, la opción de dejar ver el cuerpo al natural puede ser aún más bella y cómoda. La modernidad, en tanto que ideología, propende por el confort sobre la elegancia; por la simplificación de los objetos, privilegiando aspectos técnicos, sobre los tradicionales; por la industrialización sobre la artesanía; por la libertad sobre la moral; por la economía y la calidad sobre el valor simbólico. El individuo moderno quiere liberarse de ataduras de todo tipo, andar desnudo y cómodo, o por lo menos con la menor cantidad de accesorios, con la mínima ropa necesaria. De esta manera, también se eliminan las diferencias sociales y culturales, en aras de la igualdad y de la universalidad.

También en arquitectura, muchos edificios se cubrían de ornamentos con fines estéticos y simbólicos. En la tradición de la arquitectura clásica, que llega hasta el siglo XIX, dominada por los principios de la escuela de Bellas Artes, el revestimiento tenía una importancia crucial. Los edificios se construían generalmente con muros de carga en mampostería y se enchapaban con piedras. El material de revestimiento debía representar lujo, dignidad y belleza; por eso el mármol era uno de los materiales más apreciados. Además, este material permitía que se esculpieran los ornamentos. Muros, columnas y ventanas se vestían de dórico, jónico y corintio; o las fachadas adoptaban la apariencia de construcciones góticas. El carácter se expresaba con el ornamento y éste se aplicaba a través del revestimiento. El estilo de un edificio encarnaba los valores que debía representar. Por ejemplo, el clásico griego representaba la democracia; o el gótico, la identidad de Europa central o del cristianismo. Es decir, el ornamento adquiría el valor de símbolo. Un edificio sin revestimiento no decía nada. La casa campesina vernácula era simple construcción, no arte. Es decir, carecía de medios para representar una imagen digna, ausente de un arquitecto que diseñara sus ornamentos.

Sin embargo, en los orígenes del movimiento moderno, para algunos arquitectos y teóricos esto no tenía sentido y reclamaban que los materiales de construcción se expresaran tal y como son. Volviendo a la alegoría con el cuerpo humano, es como estar vestido o desnudo. Esta polémica tiene sus raíces en los planteamientos de Viollet- le-Duc y Gottfried Semper y se desarrolla con Adolf Loos, teniendo su punto más álgido en las vanguardias del siglo XX, hasta llegar a mediados de los años 60 con los brutalistas y Louis Kahn.

Todo esto nos plantea el interrogante: ¿Cómo se deben usar los materiales con los cuales se construye la estructura y el cerramiento de un edificio, y en qué medida se deben utilizar materiales de revestimiento? Lejos de resolver esta pregunta, revisar los argumentos que se han planteado a largo de la historia nos permite entender la dimensión del problema para tal vez llegar a una solución conciliadora de las posiciones extremas.


Teorías sobre el revestimiento

Como hemos visto, para la Escuela de Bellas Artes el revestimiento era crucial. En contra del revestimiento, Viollet-le-Duc plantea la honestidad constructiva. Este principio aboga por mostrar la estructura y el cerramiento tal como están construidos. Para Viollet-le-Duc, de esta manera se establece la verdad en arquitectura. De ahí su interés por la arquitectura gótica en la cual los elementos tales como arcos, columnas, arbotantes, etc. tomas su forma de la función estructural que cumplen. Por otro lado, Gottfried Semper contemporáneo y antagonista de Viollet-le-Duc, le otorga otro valor al ornamento y al revestimiento. Para él el origen de la arquitectura es textil. Es decir, el habitante primitivo busca protegerse de la intemperie, se pone vestidos, construye tiendas con telas y cuelga sus implementos domésticos, que se convierten en el ornamento. Para Semper, el ornamento es la superficie que media entre las personas y el mundo. “[…] Al mito de una estructura constructiva trilítica, ennoblecida en orden arquitectónico, se contrapone el mito de una envoltura del espacio, cuya característica es la ligereza y respecto a la cual la estructura se encuentra subordinada y es tan solo soporte[…] . Esta idea es ilustrada por Semper en su cabaña caribe, cuyo cerramiento un ramas tejidas protege el fuego.

Bajo la influencia de Semper, Adolf Loos irrumpe a finales del siglo XIX, poniéndose en contra de las vanguardias de ese tiempo, que buscaban la modernidad a través de un nuevo ornamento. Para Loos, la arquitectura se debe despojar de todo lo superfluo e inútil. Sin embargo, esto no significa prescindir del revestimiento. Por el contrario, para Loos, éste permite calificar la superficie para crear un ambiente. El material de acabado debía ser tratado con respeto a sus propias leyes. Usando la alegoría con la indumentaria, el interés está en la tela con que elabora el vestido, cómo se corta, cómo se cose, etc. No es necesario llenar la tela de estampados decorativos. Esto se puede ver en las Looshaus, muy criticado en su época, donde los muros de fachada carecen de todo ornamento y están, simplemente, revestidos de blanco.

Loos pone el interés en el material, más que en el ornamento; pero las vanguardias irían más lejos. Desde el siglo XIX se venían utilizando estructuras de hierro. Estos edificios al no recubrirse, permitían que la estructura se manifestara tal como era. Irónicamente se fundían los perfiles metálicos con formas de ornamentos clásicos, pero el metal se mostraba sin que ningún enchape mediara. El vidrio cumplía la función de aislar el edificio del exterior sin tapar la estructura. Los arquitectos modernos van a seguir el principio de la honestidad constructiva. Los materiales son bellos en sí mismos y al eliminar el ornamento se expresa la ruptura con el pasado. Siguiendo nuestra comparación con el cuerpo y el vestido, la modernidad también despojó a las personas de sus complicados trajes, mostrando cada vez más el cuerpo y la piel. El nudismo es una reacción contra la tradición burguesa, que es tachada de hipócrita; reivindica el valor del cuerpo, quitándole las connotaciones moralistas. Los ciudadanos libres y honestos no tienen nada que ocultar, nada que les dé vergüenza.

Así los edificios también pueden mostrar su estructura y sus muros tal como se construyen. Los edificios de acero y cristal de Mies van Rohe expresan bien este ideal; sin embargo, Mies no prescinde totalmente del revestimiento; lo que parece estructural muchas veces no lo es; con lo cual prima la intención formal y material sobre la realidad y la verdad. Por ejemplo en la torre Seagram la columna de la esquina es metálica pero se recubre en concreto para proteger la estructura en caso de incendio; sin embargo, Mies la vuelve a enchapar en acero para que sea coherente con el resto de los elementos de fachada.

Louis Kahn es el arquitecto que tal vez ha puesto más énfasis en la honestidad constructiva. No por seguir un ideal moderno o para expresar un estilo maquinista y universal, sino por interés plástico. Kahn, en sus viajes a Roma y Egipto, mira con fascinación los monumentos de la antigüedad desprovistos de su revestimiento por la acción destructiva del tiempo. Estas formas desnudas describen la belleza real del edificio. La obra de Kahn va a exhibir su estructura y sus materiales sin enmascararlas. Para él es la luz la encargada de develar la belleza del edificio. La luz natural que cambia a través del tiempo y crea texturas al ser recibida por los materiales. Sin embargo, En la biblioteca para la Phillips Exeter, aunque la estructura de concreto se muestra en el interior, el exterior en la ladrillo a la vista pareciera decir que la estructura del edificio es de muros de carga.


La Obra de Cuellar Serrano Gómez

Ahora veamos como en la obra de la firma “Cuellar Serrano Gómez” evoluciona el concepto de revestimiento, estructura y ornamento, para lo cual escogimos algunos proyectos en particular: Las sedes del Jockey Club, del Hospital San Carlos, de la Caja Colombiana de Ahorros, del Centro Administrativo Distrital (CAD) y del Banco de Bogotá. La pertinencia de la obra de estos arquitectos radica en que parten de una época de transición donde la arquitectura seguía los cánones de la escuela de Bellas Artes, y se desarrolla bajo los ideales del movimiento moderno. En palabras de Silvia Arango: “[…] Si nos viéramos obligados a escoger una sola figura paradigmática para explicar los pormenores del ciclo biológico de la arquitectura moderna en Colombia, esta sería, sin lugar a dudas, la de Gabriel Serrano […]” .

En los primeros proyectos de la firma, el ornamento y el revestimiento se utiliza siguiendo la tradición de la arquitectura historicista. Un buen ejemplo es la sede del Jockey Club. Este edificio cuenta con una estructura de hormigón armado que Gabriel Serrano diseña con absoluto conocimiento, gracias a su formación como ingeniero. Es decir, la estructura portante es moderna y utiliza las técnicas más avanzadas para la época. Sin embargo, el edificio tiene la apariencia de un palacio del renacimiento francés. Tanto las estructura, como los muros, se recubren de enchapes, carpinterías y estucos para darle su aspecto al edificio.

Años más tarde la firma toma un viraje y se encamina en las tendencias de la arquitectura de vanguardia. El hospital San Carlos fue concebido como un edificio moderno. Su forma y distribución responden a la complejidad de su función. El edificio tiene una estructura de hormigón armado que; sin embargo, no se aprecia en su exterior. Las fachadas son de ladrillo. Este material que usualmente era utilizado en muros de carga, ahora va a servir como cerramiento sin tener una función estructural. Esto permite que las ventanas sean longitudinales y proporcionen una iluminación adecuada. El proyecto está formado por piezas geométricas que se expresan sin ningún tipo de ornamento. La textura del ladrillo bajo la luz se encarga de proporcionar un aspecto expresivo a estas formas. En el interior del edificio la estructura se aprecia pero; por motivos de higiene, todo está recubierto de estuco, pintura y baldosín.

Siguiendo la línea del estilo internacional, el edificio de Caja Colombiana de Ahorros se planea en estructura metálica. En él, al igual que en el hospital, sus formas son geométricas y está desprovisto de ornamento. Pero a diferencia de éste, hace uso del revestimiento tanto en el exterior como en interior. La estructura y el cerramiento se ocultan tras enchapes de mármol. El mármol, que no tiene ninguna función estructural ni de cerramiento, actúa como piel aportando su color y textura al volumen.

En la sede del Centro Administrativo Distrital (CAD), el concepto de honestidad constructiva es aplicado sin reservas. La estructura de concreto se exhibe sin ningún tipo de recubrimiento. Aparte de cumplir con su función técnica, también define la estética del edificio. En la plataforma, además, se utilizan prefabricados de hormigón, que sin tener una función estructural, conforman el cerramiento, sirven de soporte para la ventanería y de protección solar. En el edificio se utiliza también ladrillo para conformar los antepechos, sin llegar a tapar la estructura de hormigón.

Finalmente, en el edificio del Banco de Bogotá, en una etapa de madurez de la firma, se vuelve a utilizar el concreto. Pero este material, como en el caso de hospital San Carlos con el ladrillo, cambia de función. Si bien la estructura del edificio es principalmente de concreto, no se puede apreciar desde el exterior. Placas y columnas quedan ocultas tras la fachada. En este caso se utilizan lozas prefabricadas de concreto para conformar el revestimiento. El hormigón se cubre con hormigón. Otro aspecto que llama la atención es el uso de concreto color ocre, el cual se asemeja a la piedra bogotana. Así se crea un artificio: un material parece otro.

Así, la firma “Cuellar Serrano Gómez” se apropió en nuestro contexto de los ideales de la modernidad. Pasando en menos de 50 años, por todas sus etapas. Si comparamos sus obras con la de otros arquitectos modernos como Obregón y Valenzuela, Fernando Martínez o Guillermo Bermúdez, encontraremos coincidencias y diferencias. Pero en definitiva la obra de “Cuellar Serrano Gómez” es tal vez la más diversa en cuanto a opciones de uso de los materiales de fachada.


Conclusión

Llegados a este punto, podemos afirmar que las razones para recubrir una superficie edilicia pueden ser de orden técnico. En éste sentido serían explicaciones objetivas y lógicas, que no radican en el mismo proyecto de arquitectura. Estarían más en el campo de la ingeniería. Cumplir un código de construcción o urbanístico, no es suficiente para que la arquitectura sea buena. También debe ser cómoda, útil y estética. Siguiendo nuestra comparación con el vestido, sería como decir que un abrigo sólo cumple la función de protegernos del clima. En cambio, lo que nos interesa en este texto es preguntarnos por las razones de orden arquitectónico para usar un material al desnudo o para revestirlo. ¿Son estas razones puramente comunicativas o estéticas? ¿Existe una razón ideológica para hacerlo? ¿Es válido el concepto de verdad en arquitectura? ¿Existe una razón ideológica para hacerlo? ¿Qué otros parámetros se deben tener en cuenta a la hora de utilizar los materiales en una edificio?

Algunos teóricos consideran que el manejo de los materiales tiene una función comunicativa, denotando su uso, sus partes y su tectónica, pero también puede connotar aspectos simbólicos referidos a la cultura. Al respecto, Guillermo Fisher ha planteado el problema recientemente en su libro La honestidad constructiva como comunicación en arquitectura, donde confronta las teorías de Humberto Ecco y Carlos Martí Arís. A través de su análisis de edificios colombianos de los años 60 podemos concluir que también en la modernidad se encuentran estas categorias, aunque no siempre. La tectónica de un edificio, es decir cómo está construido, su técnica, se puede mostrar o no, dependiendo de cómo se utiliza el revestimiento.

Como hemos visto, el abuso de la decoración y de los estilos llevó a la tradición de la escuela de Bellas Artes a un punto de decadencia. Este declive se puede constatar, en nuestro medio, en la sede del Jockey Club de “Cuellar Serrano Gómez”.

Al tratar de superar esta crisis, se planteó el principio de la honestidad constructiva. Sin embargo, a través de la evolución de la arquitectura moderna, nunca se abandonó del todo el revestimiento. En el caso de la firma “Cuellar, Serrano, Gómez” su evolución nos enseña que no es posible establecer una teoría de la arquitectura única y verdadera en relación al uso de los materiales.

Animados por un espíritu experimental “Cuellar, Serrano, Gómez” prueban todo tipo de opciones, desde el enchape y el ornamento (Jockey Club) hasta la honestidad constructiva (CAD). Si bien el uso de los materiales responde a motivos estéticos, va mucho más allá y tiene que ver con la idea general del proyecto, con la técnica, con el lugar, con la actividad y con la estructura formal del edificio. Por otro lado, también responde a la evolución teórica de los arquitectos que renuncian al academicismo y a las referencias históricas en aras de una modernidad que se adapte a nuestra identidad cultural. Finalmente, también hay una voluntad de querer decir algo, que el edificio comunique un mensaje, que exprese su uso, su importancia y su papel en la ciudad.

La crítica al movimiento moderno se centró en reprobar la máxima “La forma sigue a la función”, que en términos del uso de los materiales, se traduce en la crítica al concepto de honestidad constructiva. Esta argumentación trata de encasillar la modernidad en este extremo; sin embargo, como se observa en el proceso de la firma “Cuellar, Serrano, Gómez” que hizo el tránsito desde la tradición a la modernidad, en realidad nunca se toma partido por ninguna de las dos opciones.

En efecto, tanto el extremo de no utilizar ningún revestimiento que oculte la estructura o los materiales del cerramiento, como el uso indiscriminado de éste, son posturas que impiden la posibilidad de plantear un proyecto integral. Lo único cierto es que la buena arquitectura debe solucionar las variables de orden técnico, utilitario y estético, sin excederse en planteamientos que no cumplen ningún fin. Esto tampoco significa que no sea válido tender hacia alguno de los dos extremos en un edificio en particular. Tampoco se trata de que lo correcto sea que un proyecto esté en una posición intermedia en el uso del revestimiento. Por el contrario, como hemos visto en los ejemplos, también se pueden hacer buenos edificios mostrando u ocultando totalmente la estructura. Por algo los citados edificios de “Cuellar Serrano Gómez” están todavía en pie, han sido premiados y hacen parte de nuestro patrimonio cultural.

En el desarrollo de las teorías arquitectónicas, sobre todo en el siglo XVIII y XIX, se trató de encontrar una ética de la arquitectura. Es decir, que los edificios debían decir la verdad. No obstante, es muy difícil establecer cuál es la verdad que deben expresar. Más bien sería preciso entender la complejidad de los hechos, y tratar de conciliar los opuestos.

A la pregunta ¿Vestida o desnuda, cómo te gusto más? Al igual que con el uso de los atavíos, aunque cada vez se usen con más libertad y sea más fácil andar desnudo, nunca se han dejado del todo; la respuesta sería: …depende.



BIBLIOGRAFÍA:

ARANGO, Silvia, Historia de la arquitectura en Colombia, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá 1989.

BANHAM, Reyner, El Brutalismo en Arquitectura, ¿Ética o Estética?, Editorial Gustavo Gili, Barcelona 1967.

FANNELLI, Giovanni, GARGIANI, Roberto, El principio del revestimiento, Akal Arquitectura, Madrid 1999.

HERNÁNDEZ LEON, Juan Miguel, La casa de un solo muro, Nerea, Madrid 1990.

MARTÍNEZ SAMPER, Eduardo, Arquitectura Moderna en Colombia, época de oro, Diego Samper ediciones, Bogotá 2000.

TELLEZ Germán, Cuellar Serrano Gómez Arquitectura 1933-1983, Escala, Bogotá 1983.

FISCHER Guillermo, La honestidad constructiva como comunicación en arquitectura:, cuatro edificios representativos de la arquitectura de los sesenta en Colombia, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, Colección Punto Aparte, Bogotá 2008.


FUENTES DE LAS IMÁGENES:

Fg. 1. Genesis Virtual Art Museum, disponible en http://www.genesisny.net/images/Goya.gif, recuperado: 19 de noviembre de 2010

Fg. 2. STRABUCCHI CHAMBERS Wren, Cien Años de Arquitectura en la Universidad Católica, Ediciones ARQ, Santiago de Chile página 30.

Fg. 3 AMAYA SOLANO Andrés Josué, Junta Perdida: Lo inmaterial en la arquitectura de Obregón y Valenzuela, Edificios de Oficinas 1950-1976, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, Colección Punto Aparte, Bogotá 2010 página 48.

Fg. 4. RYKWERT Joseph, La Casa de Adán en el Paraíso, Gustavo Gili, Barcelona 1974, página 25.

Fg. 5. SCHEZEN Roberto, Adolf Loos Arquitectura 1903-1932, Gustavo Gili, Barcelona 1996, página 57.

Fg. 6. GÖSSEL Peter y LEUTHÄUSER Gabriele, Arquitectura del siglo XX, Benedikt Taschen, Colonia 1991, página 25.

Fg. 7 y 8. FENGLER M., Estructuras Resistentes y Elementos de Fachada, Gustavo Gili, Barcelona 1968, página 75.

Fg. 9 y 10. BROWNLEE David B. y DE LONG David G. , Louis I. Kahn: en el reino de la arquitectura, Gustavo Gili, Barcelona 1998 ,página 50.

Fg. 11, 12, 13, 14 y 15. TELLEZ Germán, Cuellar Serrano Gómez Arquitectura 1933-1983, Escala, Bogotá 1983, páginas 45, 91, 104, 305, 380.

EL SEÑOR DE LA CIENCIA

Por Enrique Pinto

ESTOY DE PASO EN ESTE MUNDO;
¡AYUDAME A ENTENDER!
TUS ENSEÑANZAS MARAVILLOSAS
Salmo 119


El ser humano es un amante del conocimiento y del saber, de ahí su nombre científico Homo sapiens. Este deseo natural por el conocimiento le ha permitido el desarrollo social, económico y científico. Entre sus principales inquietudes se encuentran: la búsqueda de sus orígenes, del fin de su existencia, si su vida en la tierra es un transcurrir sin una meta transcendental o por el contrario tiene un fin espiritual difícil de vislumbrar desde la posición en que nos encontramos, el saber si al morir todo acaba o es solo el principio de algo más grande. Conocer si su existencia es el resultado de un proyecto de vida de un ser grandioso, o, por el contrario, si el universo y toda su existencia es el resultado del azar, el resultado de lanzar un dado con miles de facetas durante un juego interminable, el cual nos trajo a este mundo como resultado de la suerte.

La búsqueda de la verdad del ser es paralela a la búsqueda del conocimiento de la génesis del universo. El ser humano por sus propios medios no logra llegar a este fin; llega a un límite del cual no puede pasar. El creador sabe esto y guía a la humanidad de diferentes formas, por medio de manifestaciones o demostraciones que aparentemente no cumplen las leyes naturales conocidas, pero que para Él son bien conocidas, y puede darles uso mucho antes que nosotros, su creación, las conozcamos. Pero precisamente ahí esta el problema, la controversia es: aceptar o no la existencia de Dios y de sus manifestaciones conocidas por nosotros como “Milagros”.

En primer lugar, con el desarrollo de la ciencia no se puede demostrar la existencia o no existencia de Dios. Con las leyes o reglas utilizadas en las investigaciones no se puede demostrar la existencia de un ser espiritual; estas sirven, únicamente, para investigar la materia. Un error cometido en esta búsqueda es tomar la Biblia como un libro científico, su lectura se hace de forma literal; se ha llegado a decir que en ella se habla, por ejemplo, de la generación espontánea de los seres, recalcando lo escrito en el Génesis: “El primer día de la creación, Dios dijo: hágase la luz…” Además, controvierten estos pasajes con las teorías de la hipótesis de la evolución. Pero, olvidan decir que en el Nuevo Testamento, en Pedro 3,8 se puede leer: “Hermanos míos, no olviden que, para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día”. No se habla aquí de evolución, Dios puede usar los medios y las formas que desee para su obra, se habla de un proceso que tomo tiempo. De hecho, la Biblia no es un manual para crear universos. La Biblia es la historia de la salvación del ser humano; la historia de un pacto que hace Dios con el hombre para guiarlo, cuidarlo y mostrarle el camino de allí sus manifestaciones, y, además es un libro profético, profecías que se cumplieron con respecto a Jesús y que se están cumpliendo en nuestros días. Si Dios nos hubiera dado todo ya listo para nuestro conocimiento, incumpliría su palabra de darnos el libre albedrío, el cual es diferente del libre arbitrio.

¿Cuál es la razón para no poder demostrar la existencia o no existencia de Dios? El universo es una obra de arte de un artista maravilloso llamado Dios (obra aun no concluida) y los medios que utiliza el ser humano son medios que solo sirven para investigar la obra del artista, no al artista. Cuando un científico o investigador estudia el universo o la materia, está buscando respuestas al cómo, no al porqué, ni al para qué; lo mismo ocurre al observar la obra de un artista. Podemos opinar y conocer la técnica utilizada, la mezcla, combinación de colores, etc. Todo lo cual responde al cómo, pero las otras preguntas quedan sin resolver. Estas respuestas pueden ser dadas únicamente por el artista y si el no está, todo sería mera especulación. Igual que un artista busca plasmar en su arte lo mejor, realizar la obra de arte más bella que pueda; así Dios realiza la obra más bella y maravillosa.

Dios nos envía a conocer y dominar el mundo, pero dominar no es destruir, es investigar; y, en este proceso de investigación, el creador respeta las decisiones tomadas por sus criaturas. Las decisiones mejor tomadas son aquellas donde hay conocimiento de todas las partes involucradas. Lo anterior se asemeja a un juez que está juzgando a alguien, él debe estudiar las partes involucradas para poder dar un veredicto basado en la realidad. Al analizar solo una posición se comete un grave error, se puede perjudicar a un inocente, y, en el caso de Dios, eliminar su conocimiento es perder un gran premio. Aquí es donde entra en juego el Creador; Él no es un Dios escondido, como piensan algunos, ni abandona su obra. Dios se manifiesta de muchos modos, conoce nuestra incapacidad y nos está guiando continuamente. Lo lógico sería investigar todas estas manifestaciones. Al calificar de falsedad o desconocer todos los estudios realizados sobre las manifestaciones divinas, se pierde la oportunidad de desenmascarar a la Iglesia y la supuesta mentira, (sobre Cristo) que lleva ya 2000 años, o por el contrario sería la confirmación de la existencia de Dios y de lo que Cristo le dijo a Pedro: “Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificare mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16, 18). Otra ganancia, seria el desarrollo científico; el conocimiento de las leyes seria extraordinario. Sí, porque Dios siempre cumple las leyes dictadas por él mismo. Leyes materiales y leyes espirituales, de las cuales conocemos poco de las materiales y desconocemos las espirituales; de hecho, solo conocemos dos, la fe y el amor (si tuvieras fe como un grano de mostaza). Las manifestaciones de Dios, llamadas Milagros, están ahí; solo debemos buscarlas y conocerlas. Al hacer esto es seguro que estaremos en una posición más neutral para tomar decisiones. Veamos algunas de estas manifestaciones, pero empecemos con unos avances científicos.

Lo más llamativo de la lectura de las Sagradas Escrituras, en especial al leer el Génesis, es la conclusión a la cual se llega: “El universo fue creado para el desarrollo del ser humano”. En el primer capítulo del Génesis, se narra las seis etapas de la creación teniendo como culmen la creación del ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. Y, esta es una afirmación no aceptada. Es difícil vernos a nosotros mismos como el culmen de la creación, que algo tan maravilloso y bello como es el universo haya tenido como fin la existencia del ser humano, en especial si observamos la cantidad de errores cometidos por el género humano en este viaje no concluido; algunos lo ven como algo redundante, algo salido de contexto. No obstante, la ciencia con el avance dado a la fecha verifica esta afirmación. Uno de los principios planteados hoy día por la ciencia, no por la Iglesia, es el “Principio Antrópico”, este principio dice: “todas las condiciones físicas dadas en el transcurso del tiempo, desde el Big Bang, son necesarias para la existencia del ser humano”. Este es el principio antrópico débil. El cambio, de “una sola”, de las condiciones físicas dadas desde el Big Bang (velocidad, temperatura, masa, etc.) durante el transcurso de los 13700 millones de años hasta la aparición del ser humano llevaría como consecuencia la “no existencia del ser humano”. En este lapso de tiempo ha habido miles, o mejor millones, de momentos factibles para hacer fracasar el proyecto. Esto es muy importante saberlo; para nosotros, los llamados “crédulos”, nuestra existencia está basada en un solo Milagro, uno solo, la existencia de “Dios”; para el “NO Crédulo” o creyente en el azar serían necesarios millones de milagros, mejor sería llamarlos azaragros, para que en este mismo lapso no fracasara todo y nosotros no existiéramos. Sabiendo esto, está claro para los creyentes que el agradecimiento por nuestra existencia se debe dirigir a Dios y no al azar.

Luego se planteó el “Principio Antrópico Fuerte”; este tomando lo anterior da la posibilidad de la existencia de miles o millones de mundos, dependiendo de las probabilidades presentadas en las condiciones físicas en los 13700 millones de años transcurridos; entiendo que cada probabilidad sería un mundo. Universos que podrían tener o no condiciones para el desarrollo de vida inteligente. Universos que nunca podríamos verificar. Estas dudas presentadas durante nuestra vida, Dios las soluciona de otras formas. Pueden existir otros mundos, y puede que en estos mundos haya vida inteligente, pero nosotros somos importantes para Dios, por ello se nos manifiesta y nos muestra su amor. Si Dios no nos amara, estaría oculto sin importarle nuestra existencia. Estas manifestaciones de Dios es lo que debemos poder discernir e identificar clarificando nuestra vida.

Actualmente, la física quántica habla de dos procesos o principios los cuales muestran unas características de la materia desconocidas por el ser humano. El primer principio es el “Efecto Túnel”; este principio nos dice que un átomo puede atravesar una pared o muro o algo sólido que se interponga. Este fenómeno lo describen como “trasladarse de un sitio a otro sin pasar por el medio”. El otro fenómeno es el llamado “principio de ubicuidad”; este nos dice que un átomo puede estar en dos sitios al mismo tiempo. Estos dos principios son aplicados para átomos o partículas microscópicas y es “imposible” que los objetos macroscópicos puedan utilizar estos principios. Los principios descritos niegan características de la materia o principios de la física clásica, como la impenetrabilidad de la materia y muestra a la materia con características desconocidas para las personas. Aunque, como ya se dijo, son principios aplicados únicamente para partículas microscópicas, Dios desde hace siglos las conoce y las aplica. En la Biblia (Juan 20, 19-22) se narra que estando los discípulos en una casa con las puertas bien cerradas por miedo a los judíos, Jesús entró (atravesó la pared), se puso en medio de ellos y les mostró las heridas. Luego 8 días después realizó lo mismo (Juan 19, 26-29): “Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomas. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomas: pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo sino creyente. Tomas dijo: “Señor Mío y Dios Mío”. Jesús dijo: porque me has visto creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron”. Este es un pasaje de los hechos de Jesús, pero como encontramos personas que niegan su existencia y hablan de Jesús como un mito o invención de la Iglesia, Dios en su infinita misericordia utiliza otras personas para mostrar que Él es el dueño de la ciencia, que Él existe y, los más importante, para llamar a aquellos hombres, que como Tomas necesitan de hechos para creer, este llamamiento nos muestra su amor.

Dios, por intermedio de otras personas, ha aplicado estos dos principios: el efecto túnel y el don de ubicuidad o bilocación. Se puede estar seguros de ser bilocación, ya que siempre la persona interactúa con la persona que lo ve (lo que no ocurriría si fuera un fantasma). Entre las personas que han mantenido estos dones podemos nombrar las siguientes: Sor María de Agreda (1602- 1665), S. Martín de Porres (1579- 1639), Fray Galvao (1739- 1822), S. José Copertino (1603- 1663), S. Juan Bosco (1815- 1888), Teresa Neumann, quien también fue estigmatizada y murió en el siglo XX, el padre Tiburcio Arnaiz y el padre Pío, quien murió en 1968, vivió en Italia y durante las dos guerras mundiales tuvo bilocaciones en las cuales hablaba con los soldados, e incluso con los aviadores que pensaban bombardear el pueblo. Aunque la ciencia dice que estos dos principios se aplican únicamente en las partículas microscópicas, para el dueño de la ciencia nada es imposible y las ha aplicado en seres humanos; tal vez en un futuro podamos realizar lo mismo pero con la ayuda de máquinas.

En la Iglesia se tienen ciertos hechos o mejor dogmas, en los cuales el cristiano debe creer con fe, esto es, o porque es una verdad revelada o porque es un mandato. Yo creo en Dios, por fe, no porque lo haya visto. Hay otros dogmas en los cuales debemos creer por fe, pero Dios nos lo muestra de una manera clara; uno de ellos es el dogma de la resurrección de los muertos, el primer y único ser que ha muerto y resucitado es Cristo. Dios nos lo muestra de otra forma para nuestra tranquilidad y en especial para aquellas personas que como Santo Tomas necesitan ver sus heridas y ver a Cristo. La prueba de la resurrección de Cristo la tenemos en “La Sabana Santa”; ésta no solamente es prueba de su resurrección, también de su existencia, de su muerte, de su flagelación y de los libros de la Biblia donde se predecía su venida, su vida, su martirio y su muerte. La Sabana Santa es otro de los regalos que nos da Dios. Muchas personas niegan la autenticidad de la Sabana Santa diciendo que es otro de los montajes de la Iglesia; para demostrar lo anterior toman como constancia una investigación realizada sobre la Sindone (así la llaman) con carbono 14, cuyo resultado dató a la Sabana en el siglo XIII. La divulgación de esta investigación fue caótica y tildaron a la Iglesia de todo; inclusive hubo personas que afirmaron que la Sindone fue un trabajo realizado por Leonardo Da Vinci, explicando todo como una apropiación del trabajo de Leonardo sin ofrecer explicaciones. Lo anterior es una afirmación no razonada si tenemos en cuenta lo siguiente: la Sindone se dato en el siglo XIII con un rango de error de más de 100 años. Podemos decir que la fecha de datación va entre los años 1299 – 1399, no más. Además, al leer la biografía de Leonardo observamos que su nacimiento ocurrió en 1452, así que no existe ninguna posibilidad de que sea un trabajo realizado por él, y menos si calculamos que haya empezado sus trabajos a la edad de 20 años.

De la Sindone existen registros donde hablan de ella en los primeros siglos del cristianismo, en ese tiempo denominadas como Mandylion. Lo que han observado muchos investigadores de la Sabana, no permite adjudicarla al trabajo de un artista o pintor, ya que en ella no se encuentran trazos de pintura. Se observan restos de sangre, identificada del tipo AB. La imagen de la Sábana es el rostro de una persona martirizada y flagelada, tal como describen los Evangelios la muerte de Cristo. La Sindone es el negativo de una foto, indicándonos con ello la recepción de un rayo de energía en el momento de la resurrección (los tejidos al recibir emisiones de rayos ganan en carbono y rejuvenecen en el tiempo), además es el negativo de una foto tridimensional. De todas maneras, como ya dijimos, los cristianos creemos en la resurrección de Cristo con o sin Sábana Santa; ella solamente nos confirma en nuestra fe y elimina de tajo otras creencias religiosas contrarias a la resurrección y contrarias a la divinidad de Cristo, verbigracia los creyentes en la reencarnación (yoga, nueva era, etc.), quienes hablan de Cristo como un maestro ascendido o iluminado. Este es otro de los milagros permanentes del cual apenas hemos encontrado parte de su génesis, pero aún con el avance de las ciencias no podemos realizar una Sabana igual a la que nos dejó Cristo. Es paradójico, si actualmente no podemos realizar un trabajo como el de la Sindone, ¿cómo podemos afirmar que la hizo la Iglesia en una época sin tecnología?

Hacer afirmaciones con slogans que niegan la realidad es la forma mejor utilizada para negarnos a conocer y saber, sea lo que sea, un artilugio o una verdad. Cuando alguien nos engaña lo mejor es analizar la situación vivida para saber y aprender, cuando no aprendemos de nuestras experiencias volvemos a cometer los mismos errores. Si afirmamos algo, debemos estar seguros de poder corroborar lo afirmado, de lo contrario estamos cayendo en errores que solo llevan a ocultar la verdad. Las afirmaciones que hacen de la Iglesia es una manera para indicarnos que no debemos ver más allá, o mejor, no debemos investigar, ni estudiar: ¡La Iglesia solo quiere el poder!, ¡Siempre ha engañado a la gente! ¡Las riquezas de la Iglesia!, etc. Pareciera que con estas oraciones está dicho todo y no se debe buscar más. Pero esto no debe ser así, hay muchas cosas que muestran otra cara. Otro milagro permanente, del que aún hoy día no sabemos como realizar una copia, así sea una mala copia, es la llamada Tilma de la Virgen de Guadalupe. El suceso ocurrió en 1531 cerca a ciudad de México. Al observar la Tilma nos maravillamos al concluir que aunque nosotros desconocemos muchas leyes materiales y todas las espirituales hay un SER que sí las conoce todas y las utiliza a medida de las necesidades de su proyecto; proyectos que como último fin es la humanidad. Sobre la imagen de la Tilma se han realizado numerosos estudios cuyos resultados han dejado pasmados a los investigadores. Lo primero que llama la atención es la duración del material en el cual se encuentra la figura. La imagen está estampada sobre la fibra de maguey o ayate con una duración de unos 20 a 30 años, entrando, luego, en proceso de descomposición. La duración del ayate de la Tilma se ha prolongado inexplicablemente y hoy día podemos observarla en un estado excelente, luego de casi 500 años. Otros fenómenos observables en la imagen son los siguientes: no hay rastros de pintura y la imagen no está sobre la Tilma sino a unos metros por encima de la misma. Como fondo de la imagen se observan estrellas y según estudios de astrónomos es la posición que tenían las estrellas en 1531 en el hemisferio norte (en México). En los ojos de la imagen de la Virgen se observa la escena vivida en el momento en que Juan Diego expande la Tilma, es como una foto instantánea del momento en que se encuentran el Obispo Zumarraga, Juan Diego y otras personas. La figura de la Virgen tiene una cinta alrededor de la cintura, indicando con ello que se encuentra en cinta y al ubicar un estetoscopio en el vientre se oyen latidos de un corazón. Otro hecho ocurrido se presentó el 14 de noviembre de 1921; una persona colocó una bomba con alto poder explosivo en un arreglo floral al lado de la imagen. Al explotar la bomba destruyó todo a su alrededor pero la Tilma permaneció en perfecto estado. Todos los estudios realizados sobre la Tilma de la Virgen de Guadalupe confirman que hay un SER grandioso detrás que nos muestra su existencia y poder. Dios quiere que esta imagen se conserve como enseñanza para la humanidad y es señal que Él ya conocía la astronomía y la fotografía.

Cristo en la última cena con los apóstoles nos dejó otro dogma muy importante para los cristianos, es la Transubstanciación del pan y del vino en su cuerpo y su sangre, la cual Él ofrecía por la redención del ser humano. Este es otro dogma muy atacado por los incrédulos e, inclusive, dentro de la misma curia se ha presentado casos de sacerdotes que han dudado de la transubstanciación del cuerpo y la sangre de Cristo. En la historia del cristianismo se tienen varios sucesos ocurridos en diferentes épocas los cuales aún podemos observar. Tomaremos únicamente dos de estos hechos con ocurrencia de hace varios siglos. El primero que tomaremos es el Milagro Eucarístico de Lanciano (Italia). En una mañana del año 700, a un monje con dudas sobre la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo en la hostia, en el momento en que pronunciaba las palabras de la consagración, observó como la hostia se convertía en un círculo de carne y el vino en sangre. Todos los feligreses presentes observaron el milagro y se encargaron de difundirlo por toda la comarca. Hoy día, la carne de la hostia se mantiene intacta y la sangre se dividió en 5 partes de diferentes tamaños y diferentes formas cada uno. Estas 5 partes de la sangre tienen una particularidad, que aún los estudios no saben como puede ocurrir esto, una de las divisiones pesa lo mismo que dos, tres, cuatro o todas al mismo tiempo. Unos estudios realizados han encontrado lo siguiente: La carne es carne humana del corazón. La sangre es sangre humana del tipo AB. Se desconoce como la sangre y la carne se conserva en estado natural luego de transcurrir 13 siglos desde la ocurrencia del suceso.

El segundo milagro es el acaecido en Siena en 1730. La víspera de la fiesta de la Asunción los sacerdotes, previendo la llegada de muchos feligreses, consagraron hostias adicionales. Durante la noche unos ladrones entraron a la Basílica de S. Francisco y robaron el copón de oro junto con las hostias. El 17 de agosto alguien que oraba en la iglesia encontró las hostias dentro de una caja, al contarlas se dio cuenta de que era la cantidad exacta sustraída. Las hostias no se repartieron entre los fieles y se dejaron para la observación de las personas esperando que se deterioren; el deterioro no se dio y hoy día se pueden observar en buen estado y con agradable olor. No se encuentra una explicación válida para esta conservación. Estos dos milagros eucarísticos no son los únicos presentados, se encuentran muchos y se siguen presentando, en todos el tipo de sangre es AB; aunque no tienen mucha publicidad, las personas interesadas deben buscarlas por sí mismas.

Podríamos hablar de muchos milagros de diferente índole, pero para terminar este capítulo hablaremos someramente, por ultimo, de algunos santos que conservan sus cuerpos incorruptos; de estos cuerpos se dice que son trabajos de conservación realizados por personas expertas en esta ciencia. Pero en todos los casos, el suceso se sale de las explicaciones dadas; por ejemplo, San Andrés de Bobola fue martirizado, muerto y luego colgado por varios días. Como se sabe, el cadáver entra en proceso de descomposición inmediatamente muere y luego de varios días sin tratamiento no hay nada que hacer. El cuerpo de S. Bobola está igual luego de 300 años. San Charbel Makhlouf (1828- 1898) no solo está incorrupto, también exuda sangre. Santa Bernardita Soubirous (1844- 1889) también tiene el cuerpo incorrupto. Dos características importantes en los casos de cuerpos incorruptos es la flexibilidad de los miembros (no tienen la rigidez cadavérica) y el color y textura de la piel, es como cuando estaban vivos.

Hemos visto unos pocos casos de hechos que están lejos de ser explicados científicamente. Actualmente, conocemos el proceso llevado a cabo pero no hay una explicación para que haya ocurrido en épocas cuando la tecnología no daba para hacer este tipo de trabajo. Incluso, aunque conocemos la técnica, tecnológicamente no somos capaces de realizarlo. Esto nos muestra que sí hay alguien que conoce muy bien la ciencia y no se equivoca. Los tipos de sangre fueron descubiertos en 1901 por el médico austriaco Karl Landsteiner, lo que le valió el Nobel de medicina de 1930, pero esto Dios ya lo conocía, lo que se comprueba al verificar los tipos sanguíneos existentes en la Sabana Santa, en los Milagros Eucarísticos ocurridos en la antigüedad y en los que se presentan actualmente; si fuera un trabajo de la Iglesia seria muy fácil equivocarse al desconocer estos tipos de sangre. La fecha más aproximada de la invención de la fotografía es 1839; al estudiar la Sabana Santa encontramos que este proceso fue utilizado por Dios, como se dijo la Sindone es el negativo de una foto pero, esto también ya lo sabía Dios. Con la Sindone, Dios nos muestra el conocimiento de muchas otras ciencias, los rayos, la tri dimensionalidad en la fotografía (fotografía aérea). La Tilma de Juan Diego muestra que Dios es también astrónomo, la ubicación de las estrellas es la misma posición que ellas deberían tener en 1531, que ya conocía el estetoscopio. Del principio antrópico hablaron por primera vez en 1961, pero Dios nos habla de él en el primer libro de la Biblia, el Génesis, escrito hace ya varios miles de años. Todo lo anterior muestra a Dios como el Señor de la Ciencia.

No nos equivoquemos, el amor y la misericordia de Dios son infinitas; Él sabe de muestras limitaciones y no nos abandona pero tampoco quiere presionarnos. Nosotros estamos en capacidad de buscar la verdad y elegir; pero lo más importante es el conocimiento, por eso no debemos desechar lo que Dios nos muestra. Tomando todas estas manifestaciones, haciendo un racionamiento sobre ellas y con el discernimiento de la ciencia podemos llegar a su conocimiento. La creación del universo es una sola manifestación del amor de Dios, correspondámosle con el mismo amor. Al realizar este trabajo podemos estar seguro de algo: si estamos equivocados no hemos perdido nada, pero si no estamos equivocados, que es lo seguro, ganamos mucho. Como decía alguien: CREYENDO EN DIOS, CUANDO MUERA, SI HE ESTADO EQUIVOCADO, HE SIDO MUY FELIZ Y NO HE PERDIDO NADA. PERO SI TENGO RAZON (ESTOY SEGURO DE ELLO), CUANDO MUERA, HE SIDO MUY FELIZ Y HE GANADO MUCHO.