jueves, 29 de julio de 2010

EL TIEMPO Y LA CONSULTA HOMEOPÁTICA

Por Dra. Florencia Correa

Una tarde, dictando clase de homeopatía en la Universidad Nacional, Juanito (estudiante de segundo semestre de la maestría) lanzó una pregunta. “Doctora, con base en su experiencia, ¿cuál es el tiempo de duración de una consulta homeopática?” El interrogante de Juanito había surgido debido a que un amigo suyo, directivo de una EPS, lo había cuestionado sobre el tiempo mínimo de duración de la consulta homeopática, en vista de que tenía que negociar con los futuros médicos homeópatas, la programación de las citas en la consulta externa de la institución que dirige.

La pregunta generó un gran interés y los compañeros que tenían un poco más de conocimiento sobre la dinámica de la consulta homeopática unicista, participaron activamente con una lluvia de ideas para dar luces sobre el interrogante.

Algunos dijeron: “Depende de si el paciente consulta por primer vez o es control”. Otro dijo: “Depende de si el paciente es reservado o locuaz”. Otro adicionó: “Depende de si el médico homeópata utiliza un repertorio computarizado o un libro”. Uno más dijo: “Depende de la experiencia del médico homeópata”. Y algunos muy seguros afirmaron: “Una hora, por paciente de primer vez; y media hora, por paciente de control”.

Así, cada uno tuvo oportunidad de exponer su punto de vista y argumentarlo. Resultó muy enriquecedor el ejercicio para todos los presentes y, al final, la clase programada tuvo que ser dictada en menor tiempo por la circunstancia de resolver el interrogante, que quedó abierto para continuar reflexionando.

Es probable que todos los participantes en la discusión tengan razón, desde su punto de vista, pero ¿cuál será el factor que determina el tiempo de la consulta homeopática? Para aproximarse a la respuesta, desde mi experiencia en la práctica clínica homeopática, es necesario tener en consideración todo lo que se menciona a continuación.

En el interior de una consulta homeopática unicista intervienen: el paciente, el médico homeópata y la comunicación que se genera entre ellos. El paciente participa con su individualidad y el conocimiento previo que tenga de la homeopatía. El médico homeópata participa con su individualidad y el arte alcanzado en su profesión. Por último, interviene la comunicación que se desenvuelve entre los actores de la consulta.

La consulta homeopática es un proceso dinámico donde se interrelacionan el paciente y el médico en busca de la salud; es un momento único e irrepetible donde el paciente se da a conocer en su particularidad y donde el homeópata con su experticia busca apoyar al paciente en su proceso de búsqueda de la curación.

Sin embargo, durante esta consulta los pacientes, cuando son interrogados por el médico homeópata (que los estimula a precisar con detalle sus síntomas), descubren que no han observado suficientemente su sintomatología; que desconocen lo que sucede con su cuerpo y su mente, aunque lleguen con una lista de enfermedades diagnosticadas previamente por su médico convencional.

Esta falta de observación sobre los síntomas puede obedecer en general a que los pacientes desconocen la importancia de describir con precisión sus síntomas, las relaciones de estos con sus circunstancias de vida y con lo que ocurre en sus mentes. Además, puede obedecer a que están acostumbrados a un interrogatorio corto, donde se les pregunta los síntomas en el marco de la medicina convencional, en la cual no hay cabida para la subjetividad y en la que se dispone de 20 minutos para realizar la consulta.

De ahí que algunos pacientes vienen con prisa, desean ser atendidos a la hora programada, están poco dispuestos a observarse y permitirse ofrecer información sobre sus circunstancias personales de vida, pues quieren salir rápido de la consulta homeopática con una solución pronta a su problema de salud.

De manera que todos los pacientes deben ser ampliamente informados de las diferencias existentes entre los modelos de atención médica convencional y la atención médica homeopática. Luego, es deber del médico homeópata comunicar efectivamente a sus pacientes, antes de iniciar la consulta homeopática, los fundamentos doctrinarios de la homeopatía : conceptos del proceso salud/enfermedad, individualidad, semejanza, experimentación pura y dosis mínima,. Así pues, si los pacientes se sienten identificados con la visión de la homeopatía, se convierten en personas firmemente colaboradoras con el interrogatorio y con el tratamiento homeopático.

Es por todos conocido que dentro del modelo de salud convencional los pacientes son poco o nada interrogados sobre la subjetividad de los síntomas que los aquejan como personas y donde lo importante son los signos objetivos de la enfermedad.

Mientras que, en el desarrollo de la consulta homeopática, el médico busca conocer qué hace diferente a ese paciente de los demás seres humanos; qué lo identifica como persona; busca establecer todos los detalles de sus síntomas y de las circunstancias de vida que lo agravan o mejoran. Es decir, se pretende conocer la esencia del paciente, aquello que constituye su naturaleza, lo permanente, cómo es su forma de ser, qué lo entristece, cómo son sus relaciones interpersonales, qué lo hace feliz, cómo reacciona frente a las vicisitudes de su vida, qué ambiciona, qué lo disgusta, a qué le teme, qué le preocupa, cómo es la sensación de sus síntomas, lo característico e importante, cuál es la frecuencia de presentación de los mismos, con qué los relaciona, qué factores climáticos lo mejoran o lo agravan, qué busca él mejorar con el tratamiento homeopático, etc.

En homeopatía se considera al paciente como una unidad, indivisible; la mente y el cuerpo están en íntima relación. El doctor Hahnemann en el parágrafo 217 dice “La investigación de la totalidad de los signos deberá efectuarse cuidadosamente, tanto en lo que se refiere a los síntomas físicos, así como a la interpretación de la particularidad (del carácter) del síntoma principal, o sea especialmente del estado de ánimo y mental predominante” . El médico homeópata busca la individualidad del enfermo, busca conocer qué lo caracteriza como persona y necesita la información tanto objetiva como subjetiva.

Es preciso insistir, la comunicación del paradigma homeopático por parte del médico a su paciente es útil para que éste decida si colabora o no con el proceso de consulta y tratamiento. Por consiguiente, cuando el paciente informado decide elegir este sistema médico, se concentra en observarse a sí mismo para ofrecer su sintomatología característica y participa activamente en la búsqueda de su curación.

No obstante, existen situaciones en las que los pacientes son locuaces; divagan sobre lo que se les pregunta e incluso refieren minucias no útiles para establecer el remedio. En estas situaciones el homeópata con su experticia debe dirigir el interrogatorio de tal manera que el paciente no se sienta agredido, o cortado en su relato. Puede suceder también lo contrario, pacientes que son reservados y contestan a todo con monosílabos, sin soltar detalle alguno; aquí el homeópata debe hábilmente estimular al paciente para que entregue la información necesaria en la elección del remedio.

Este proceso requiere de tiempo, el cual es determinado: por la comunicación efectiva del sufrimiento que trae el paciente a la consulta; por el conocimiento que el paciente tiene de sí mismo y que le facilita o no dar la información al médico. También por el arte del homeópata para: comunicar efectivamente el paradigma homeopático; acoger y encaminar al paciente en la auto-observación de sus síntomas como persona; descubrir la individualidad del paciente y elegir el remedio.

Durante esta intercomunicación de saberes, el paciente se siente escuchado, acogido, respetado, no juzgado, ni criticado y valorado como persona; encuentra en la consulta homeopática una oportunidad para desahogarse. Trae muchos sufrimientos, conflictos, dudas, emociones, que quizás es la primera vez que se permite hablarlos y al escucharse él mismo va descubriendo que pueden ser el punto de partida de su proceso de enfermedad.

La individualidad característica se logra por los detalles objetivos y subjetivos que le pertenecen sólo a ese paciente, ese modo de sufrir su enfermedad, ese modo particular de reaccionar frente a las diferentes circunstancias que le depara su entorno ambiental, familiar y social.
Una vez identificada esa individualidad, el homeópata por similitud elige el medicamento homeopático único que le corresponde al paciente, apoyándose en la repertorización y en su conocimiento de la materia médica.

“Para curar en forma suave, rápida, certera y permanente elige para cada enfermedad una medicina que por sí misma produzca una afección similar a la que debe ser curada” (Dr. Samuel Hahnemann, prefacio a la sexta edición 1842 Organon del arte de curar) .

Cada consulta homeopática unicista tiene sus propios actores, la individualidad del paciente, la individualidad del médico homeópata, ese único momento para interactuar y ese único proceso de comunicación. Puedo entonces afirmar sin temor a equivocarme que la comunicación que sucede al interior de cada consulta homeopática, es única; no existen consultas iguales.

“El verdadero arte de curar es un trabajo reflexivo que incumbe al espíritu humano superior, a la reflexión libre y la inteligencia selectiva, que decide según las causas”. (Dr. Samuel Hahnemann, prefacio a la sexta edición 1842 Organon del arte de curar)

Total que, teniendo en cuenta estas consideraciones, puedo concluir que la unidad indivisible, constituida por la comunicación efectiva que se genera entre los actores de cada consulta homeopática unicista es el factor determinante de la duración de la misma. Por ende, este sería el concepto (que cumple con la ley de la individualidad), en el cual Juanito debería basarse para dar respuesta a su amigo de la EPS, que desea negociar la programación de las citas homeopáticas en la consulta externa de la institución que dirige.

Finalmente, quiero invitar, si me lo permiten los lectores, a todos los médicos homeópatas unicistas para dar a conocer este paradigma a todo aquel que esté interesado. Invito también a los médicos convencionales con mente abierta al conocimiento y al pensamiento, para que estudien la doctrina homeopática, ya que podrían ser, en un futuro, potenciales pacientes de este sistema y, por qué no, futuros médicos homeópatas.


1. Cuando se hace mención a “consulta homeopática” en este texto se refiere de manera específica a la “consulta homeopática unicista”. Es decir, a aquella consulta homeopática que tiene como finalidad elegir un único medicamento por vez para tratar al paciente, esto es, que descarta el uso simultáneo de varios medicamentos homeopáticos en el tratamiento del paciente.

lunes, 26 de julio de 2010

LA ARQUITECTURA DE ROGELIO SALMONA

















Por Natalia Cadavid

Hace varios días, alguien que no cree en el trabajo de Rogelio Salmona me preguntó sobre la importancia de su trabajo; creo que para desafiarme un poco. Yo, que no tenía ninguna respuesta preparada, me decidí a responder de la forma más contundente posible, y además, no permitiré que por simple percepción menosprecien el trabajo del, hasta ahora, mejor arquitecto de Colombia, así a mí no me guste.

En los dos últimos años he vivido en la ciudad de Bogotá, cosa que me obligó a conocer y habitar los edificios del arquitecto, logrando percibir características de su obra que en los libros, que por bien ilustrados que estuvieran, no lograba percibir. Elementos de diseño como lo son el trabajo del ladrillo, las circulaciones, la espacialidad de los patios, las terrazas, las magníficas vistas, las formas circulares y la indudable relación con la naturaleza, hacen de su arquitectura un ejercicio tan local como universal.

Lo pensé por un momento y cuando entendí que estas características están relacionadas con la arquitectura de los padres de la modernidad, decidí responder buscando en sus obras argumentos que le dieran validez a los edificios proyectados por el arquitecto Rogelio Salmona.

Empecé entonces por mi preferido, el arquitecto finlandés Alvar Aalto. El análisis que él realizaba del medio ambiente logró que cada uno de sus proyectos se integrara al entorno. Si consideramos que cada lugar tiene características únicas (soleamiento, topografía, orografía, etc.) y estas son aprovechadas como herramientas de diseño, el resultado es un edificio xxx. Para explicarme mejor expongo un ejemplo: el edificio del paraninfo de la Universidad Tecnológica de Finlandia. Este se integra al paisaje a partir de cubierta que es, a su vez, una terraza escalonada. En invierno la pendiente de la cubierta evita que la nieve sea una carga adicional para el edificio, al permitir que esta se deslice hacia el terreno. En verano puede utilizarse como teatro al aire, ya que es de forma semicircular, los escalones sirven de silletería y la tarima se ubica en la planta baja o suelo, como lo es un anfiteatro. Su ubicación en el campus universitario no es gratuita. Emplazado en la cima de un montículo, el edificio es perceptible desde cualquier punto y su doble funcionalidad hace que el edificio tenga diferentes perspectivas desde cualquier sitio .

Si alguna vez quieren ver una corrida de toros, un concierto o la obra de un grupo de teatro en el marco del Festival Iberoamericano de Teatro, les recomiendo el apartamento de un amigo en Torres del Parque. Estos edificios se adaptan al lugar de tal forma que se hace difícil separar uno del otro. Su condición de convivencia logra que el edificio se beneficie del entorno (visuales, forma, ubicación) y viceversa. Qué sería de la plaza de toros de la Santamaría, si su telón de fondo no fuera Torres del Parque, ¿podría imaginárselo? Si se observa la planta del lugar, podemos ver que los edificios de Torres del Parque responden a la forma circular de la plaza de toros; como si de tres abanicos se tratara, estos acogen la plaza de toros como parte de ellos. Pero no solo en la planta se percibe esta relación, al pasear por el sitio se puede recorrer, entre un edificio y el otro, escaleras, plazoletas y senderos que cosen estos cuatro edificios. Los alzados de los edificios residenciales están rodeados por ventanas, una visión de 360 grados de la ciudad, pero es en las terrazas que ocurre lo más importante, todas miran al centro de la plaza, como si se tratará del dotacional más importante de Bogotá.

Para seguir con mi explicación, seleccioné al detallista, minimalista y padre de la arquitectura conceptual, Mies van de Rohe. El uso que este arquitecto le dio al cristal y a la estructura metálica permitió liberar los edificios de todo ornamento y generar a su vez un nuevo canon de belleza. De allí la frase “menos es más”. El cuidadoso trato con los materiales se percibe en los detalles constructivos, realizados de las formas más precisas, gracias al conocimiento de la capacidad del material y de sus posibilidades plásticas. Un ejemplo de esto es la casa Farnsworth.

De planta libre y rectangular, esta caja de cristal inserta el paisaje en la vivienda, como si se habitará el exterior desde el interior. Imagínese viviendo en una casa que se transforma a medida que cambian las estaciones; ver cómo el blanco de la nieve en el invierno se transforma lentamente en agua hasta que habite una especie de barca y como ésta en unos días es una pradera verde y extensa con árboles frondosos y luego cambia, y es una imagen otoñal de colores rojizos y naranjas hasta que nuevamente caiga la nieve para cubrirlo todo de blanco. No podría imaginar cómo esta vivienda lograra el efecto mágico si no fuera construida de esa manera.

Sería posible pensar que Rogelio Salmona utilizaría otro material que no fuera el ladrillo. Sus obras, delicadamente construidas con este material tan resistente y tan propio de nuestro hábitat, lograron que el arquitecto construyera su estilo. Las costuras de un muro y otro con ladrillos de medio bocel, los vuelos de ventanas rematados con ladrillos verticales con bordes redondos a manera de pasamanos, los planos de ladrillo que permiten ver y no ser visto, la forma en la que logra crear círculos completos y precisos a partir de un material recto y rígido y las figuras que se dibujan en los pisos, con ladrillos de diferente color, son algunos de los usos característicos que el arquitecto le ha dado a su obra. Cuentan que era tan cuidadoso, que pasaba tardes enteras en las ladrilleras conociendo el material, modulando, retándolo para poder lograr de él una nueva forma de percibirlo, una nueva estética de lo local. Gracias a su uso del ladrillo, ahora reconocemos que es verdaderamente hermoso y además podríamos deducir del uso del mismo si corresponde a una obra del arquitecto. Puedo deducir entonces que el material y su uso es un sello indiscutibles de las obras arquitectónicas, en el caso de Mies Van der Rohe, el cristal y el metal; para Rogelio Salmona, el ladrillo.

El tercero, es el museo R. Solomon Guggenheim del arquitecto Frank Lloyd Wright. Organicista y funcional, defendió los espacios libres para favorecer las visuales y esto lo logró a través del uso de formas sinuosas y curvas. Su construcción más famosa supuso desarrollar tecnologías constructivas para la época. La estructura, el uso de tres tipos de concreto y la forma, son algunos de los retos constructivos que se debieron superar. El edificio surge del suelo como una cinta que asciende y envuelve un vacío central dominado por una cubierta de cristal que ilumina todo el espacio. El recorrido lento y sinuoso, a través de una rampa, es un espacio de exhibición y contemplación de arte. Este proyecto tomaría quince años en construirse y el rechazo de muchos artistas, ya que debido a la inclinación de los muros y a la rampa es difícil exponer arte; sin embargo, no se puede negar el asombro de todos sus visitantes al apreciar una de las obras de arte de uno de los arquitectos modernos más influyentes.

http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2010/04/wright-museo-guggenheim-nueva-york.html


Piense por un momento: constantemente estamos habitando un edificio para estudiar, ir al médico, al banco, etc. Nuestras vidas están rodeadas de edificios. Para el arquitecto Rogelio Salmona, y para otros también, es importante que el edificio sea amable con el usuario, fácil de utilizar y de agrado o gusto de aquellos que lo habitan. Rogelio Salmona logró esto a través de la naturaleza; sus edificios llenos de recorridos, escaleras, rampas, circulaciones, patios, jardines, visuales, terrazas, árboles, agua, puentes, etc; están todos en relación con la naturaleza. La Biblioteca Virgilio Barco, de planta irregular pero con uso de formas circulares, tiene como acceso principal un patio de agua rodeado de circulaciones con ventanas de piso a techo. Una vez dentro y unos pasos más adelante se puede observar por una ventana el paisaje extenso que rodea la biblioteca. En el recinto principal, es imposible escapar del vacío y la luz que invade los libros y los pasillos, gracias a dos ventanas corridas que rodean el espacio y permiten intuir la hora y el clima afuera. El edificio entonces nos lleva a diferentes lugares, un puente, que hay que pasar corriendo cuando llueve para no mojarse, la biblioteca de los niños y de allí a la terraza. Los recorridos están invadidos por el exterior y el exterior no escapa del arquitecto. Una red de itinerarios sugieren salir y una vez fuera un espejo de agua rodea el edificio, los caminos nos llevan a otros lugares de la biblioteca y a lugares de la ciudad, un pequeño teatro, un jardín, una pradera. Las construcciones de este arquitecto están aisladas del entorno general, liberados del contexto inmediato para descubrirlos, para acercarse a ellos y una vez dentro poder apreciar esta naturaleza que los rodea. Para Frank Lloyd Wright y Rogelio Salmona las visuales se logran a través de la relación con la naturaleza, la luz, las formas sinuosas y la liberación de los muros en los espacios interiores.


Por último, el maestro de Rogelio Salmona; el arquitecto suizo nacionalizado francés Le Corbusier. Creador de la teoría “máquina para habitar” en la que hablaba de la importancia de la funcionalidad de la vivienda proyecta la Villa Savoya, que además fue construida teniendo en cuenta los cinco puntos de arquitectura (Pilotes, terraza, espacio interior libre, fachada libre y grandes ventanales horizontales) detonantes para la creación del edificio y la vivienda en serie. En esta ocasión hablaré solo sobre la cubierta plana, característica que lo hace único entre los demás arquitectos de la época y además es un recurso que en la actualidad utiliza Rogelio Salmona en sus obras.
La Villa Savoya es una vivienda de tres pisos en los cuales la planta baja es libre y está concebida para parquear vehículos, la segunda planta es la zona privada de la vivienda; pero es en la tercera planta que me quiero centrar, la terraza jardín. Este último piso al que se accede por una rampa que rodea un patio central, liberada de todo tipo de funcionalidad, es un espacio plano que se abre a la naturaleza y contiene naturaleza. La idea central era utilizar un espacio que hasta el momento, debido a su pendiente de 30°, 45° o inclusive más y al sistema constructivo, no podía ser utilizada. Con el surgimiento del concreto, la carga de la nieve ya no es un impedimento para hacer cubiertas planas y con los pilares puede inclusive ser habitable.

Me recuerda esta descripción a uno de los proyectos de Rogelio Salmona, el edifico de Posgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia y su esplendida terraza con jardines, teatrinos, lucernarios y esplendidas vistas. También recuerdo los millones de edificios en los que se puede utilizar la terraza; ¿el problema?. Ese precisamente, que solo son terrazas para observar, nada que hacer, donde sentarse, donde leer, limitadas. Recuerdo también el día que conocí el edificio, día soleado, tranquilo, decidí recorrer primero el edificio y sentarme luego un rato en el sitio que más me gustara. La selección, uno de los peldaños del teatrino de la terraza, donde además de recibir el sol, cual lagarto, veía un bosque y algunos edificios de la Universidad, un sitio tranquilo, sin ruido y muy agradable; llegué a envidiar los funcionarios que trabajan ahí. Llenas de valor, estas terrazas son la muestra más clara de la gran influencia que ejerció Le Corbusier en el arquitecto Rogelio Salmona.

La estrecha relación con el entorno, establecimiento de su sello personal a través del ladrillo, uso de formas sinuosas y recorridos para favorecer visuales y el uso especial de las terrazas son solo algunas de las características que este arquitecto tiene con los padres de la arquitectura. Es en la reinterpretación de estas características que el arquitecto Rogelio Salmona se vuelve internacional. Adaptarse a la topografía utilizando ladrillos de una forma sinuosa para favorecer los espacios y las visuales que lo hace local. Cabe recordar que fue galardonado con el premio Alvar Aalto en el año 2003 y hasta el momento solo se han concedido 10 premios. El objetivo principal de este premio es reconocer la trayectoria profesional de aquellos que a través de su ejercicio hacen un aporte a la arquitectura. Cada cinco años un arquitecto es premiado y del ejercicio profesional de Rogelio Salmona, la única en Latinoamérica premiada, se dijo que “su obra reforzaba los valores esenciales de la arquitectura”.

Su lema “Poesía, la arquitectura es poesía, algo muy sentido que se traduce mediante una metáfora construida” es exactamente lo que se obra refleja.



LA SALUD: ¿UNA CONSTRUCCIÓN DE TODOS?


Por Gloria Helena Casas del Río

Cada día una nueva noticia sobre la atención en salud escandaliza a los colombianos. Si bien el Estado implementó la ley 100 en la década de los años 90 con el objetivo fundamental de llevar a todos salud en el año 2000, esto no se ha cumplido. Es el año 2010 y el sistema ha colapsado, como lo demuestra el estudio realizado por la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes el año anterior.

Para poder hacer un análisis juicioso del tema, tenemos que definir a los actores. Podemos identificar cinco eslabones en esta cadena. En primera instancia, el Estado, con sus políticas de salud. En segunda instancia, las entidades promotoras de salud, quienes median entre el Estado y el prestador directo.
En tercera instancia, el médico, que es en quien recae directamente la atención de la salud. Por último, el paciente, que será el calificador de los servicios prestados.

Como está estipulado por los estudios económicos, para que un sistema sea sostenible necesariamente necesita un buen número de aportantes, lo cual solo se obtiene cuando una buena parte de la población tiene un empleo estable que le permita contribuir al sistema. Cuando, como en Colombia, el número de subsidiados sobrepasa el número de aportantes, el sistema simplemente se revienta. Esta sería la primera explicación de por qué el actual sistema de salud no es viable para la población colombiana.
Por otra parte, tenemos a las entidades promotoras de salud, las cuales tienen dentro de sus funciones: Negociar con el Estado las tarifas de la prestación de sus servicios para ser competentes; administrar los recursos recibidos por los aportes; contratar el personal asistencial; y ofrecer servicios de salud. De esto se deriva el alto costo de funcionamiento de estas entidades, que deben mantener unos estándares para su atención.

No podemos olvidar a quienes prestan el servicio directamente, los médicos, quienes se han tenido que capacitar durante años para poder ejercer su profesión. Son ellos los que están entre la espada y la pared. Por un lado, está la formación médica y la inquietud científica que les hace pensar en nuevos exámenes diagnósticos o en nuevos medicamentos para la atención de sus pacientes. Por el otro, los administradores de estos recursos, que con un sistema desbordado deben garantizar a toda costa su existencia, para lo cual restringen la nueva tecnología.
Y ahora nuestro actor principal, el paciente, quien consulta a un servicio por alguna dolencia en particular y quien no siente haber sido lo suficientemente importante para quien lo atendió. Sus inquietudes quedan insatisfechas, así como también sus dudas. El sistema para poder atender más pacientes ha disminuido el tiempo de atención por cada paciente.
¿Qué pasaría si en lugar de tratar a nuestro actor principal como uno más de la lista, lo integramos al sistema? ¿Cómo? Haciéndolo partícipe de cada uno de estos procesos.

La propuesta sería cambiar de un sistema de salud basado en la curación y paulatinamente trabajar con la población sana en políticas de autocuidado de la salud. Aumentar las campañas de prevención de enfermedades, que más adelante serán de alto costo, disminuirá en el mediano plazo ese saco roto a donde llegan los aportes al sistema de salud.
Lo anterior se basa en que la medicina preventiva se puede desarrollar en cualquier etapa de la vida, siendo más eficiente si se hace tempranamente. Educar a la población en formas de vida sana hace que el futuro de la salud sea mejor y cada vez con estándares más altos. Si la comparamos con la medicina curativa, se debe esperar que la enfermedad esté presente para poder actuar y aquí la educación en salud solo se puede utilizar para disminuir la agudización de las enfermedades crónicas.

La pregunta que nos quedaría después de este breve acercamiento al problema que cada día es más evidente es: ¿Cuál debería se la participación de cada uno de los actores para construir un sistema de salud más eficaz?

La propuesta es trabajar todos en la misma construcción, cada uno desde su quehacer pero no separados, formando un equipo que revise las necesidades y prioridades de la población. No se puede dejar en uno solo de los actores la responsabilidad de crear un sistema viable. Si trabajamos entre todos podríamos edificar cada vez más alto y así llegar al objetivo final: salud para todos.