martes, 14 de diciembre de 2010

EL SEÑOR DE LA CIENCIA

Por Enrique Pinto

ESTOY DE PASO EN ESTE MUNDO;
¡AYUDAME A ENTENDER!
TUS ENSEÑANZAS MARAVILLOSAS
Salmo 119


El ser humano es un amante del conocimiento y del saber, de ahí su nombre científico Homo sapiens. Este deseo natural por el conocimiento le ha permitido el desarrollo social, económico y científico. Entre sus principales inquietudes se encuentran: la búsqueda de sus orígenes, del fin de su existencia, si su vida en la tierra es un transcurrir sin una meta transcendental o por el contrario tiene un fin espiritual difícil de vislumbrar desde la posición en que nos encontramos, el saber si al morir todo acaba o es solo el principio de algo más grande. Conocer si su existencia es el resultado de un proyecto de vida de un ser grandioso, o, por el contrario, si el universo y toda su existencia es el resultado del azar, el resultado de lanzar un dado con miles de facetas durante un juego interminable, el cual nos trajo a este mundo como resultado de la suerte.

La búsqueda de la verdad del ser es paralela a la búsqueda del conocimiento de la génesis del universo. El ser humano por sus propios medios no logra llegar a este fin; llega a un límite del cual no puede pasar. El creador sabe esto y guía a la humanidad de diferentes formas, por medio de manifestaciones o demostraciones que aparentemente no cumplen las leyes naturales conocidas, pero que para Él son bien conocidas, y puede darles uso mucho antes que nosotros, su creación, las conozcamos. Pero precisamente ahí esta el problema, la controversia es: aceptar o no la existencia de Dios y de sus manifestaciones conocidas por nosotros como “Milagros”.

En primer lugar, con el desarrollo de la ciencia no se puede demostrar la existencia o no existencia de Dios. Con las leyes o reglas utilizadas en las investigaciones no se puede demostrar la existencia de un ser espiritual; estas sirven, únicamente, para investigar la materia. Un error cometido en esta búsqueda es tomar la Biblia como un libro científico, su lectura se hace de forma literal; se ha llegado a decir que en ella se habla, por ejemplo, de la generación espontánea de los seres, recalcando lo escrito en el Génesis: “El primer día de la creación, Dios dijo: hágase la luz…” Además, controvierten estos pasajes con las teorías de la hipótesis de la evolución. Pero, olvidan decir que en el Nuevo Testamento, en Pedro 3,8 se puede leer: “Hermanos míos, no olviden que, para el Señor, un día es como mil años, y mil años son como un día”. No se habla aquí de evolución, Dios puede usar los medios y las formas que desee para su obra, se habla de un proceso que tomo tiempo. De hecho, la Biblia no es un manual para crear universos. La Biblia es la historia de la salvación del ser humano; la historia de un pacto que hace Dios con el hombre para guiarlo, cuidarlo y mostrarle el camino de allí sus manifestaciones, y, además es un libro profético, profecías que se cumplieron con respecto a Jesús y que se están cumpliendo en nuestros días. Si Dios nos hubiera dado todo ya listo para nuestro conocimiento, incumpliría su palabra de darnos el libre albedrío, el cual es diferente del libre arbitrio.

¿Cuál es la razón para no poder demostrar la existencia o no existencia de Dios? El universo es una obra de arte de un artista maravilloso llamado Dios (obra aun no concluida) y los medios que utiliza el ser humano son medios que solo sirven para investigar la obra del artista, no al artista. Cuando un científico o investigador estudia el universo o la materia, está buscando respuestas al cómo, no al porqué, ni al para qué; lo mismo ocurre al observar la obra de un artista. Podemos opinar y conocer la técnica utilizada, la mezcla, combinación de colores, etc. Todo lo cual responde al cómo, pero las otras preguntas quedan sin resolver. Estas respuestas pueden ser dadas únicamente por el artista y si el no está, todo sería mera especulación. Igual que un artista busca plasmar en su arte lo mejor, realizar la obra de arte más bella que pueda; así Dios realiza la obra más bella y maravillosa.

Dios nos envía a conocer y dominar el mundo, pero dominar no es destruir, es investigar; y, en este proceso de investigación, el creador respeta las decisiones tomadas por sus criaturas. Las decisiones mejor tomadas son aquellas donde hay conocimiento de todas las partes involucradas. Lo anterior se asemeja a un juez que está juzgando a alguien, él debe estudiar las partes involucradas para poder dar un veredicto basado en la realidad. Al analizar solo una posición se comete un grave error, se puede perjudicar a un inocente, y, en el caso de Dios, eliminar su conocimiento es perder un gran premio. Aquí es donde entra en juego el Creador; Él no es un Dios escondido, como piensan algunos, ni abandona su obra. Dios se manifiesta de muchos modos, conoce nuestra incapacidad y nos está guiando continuamente. Lo lógico sería investigar todas estas manifestaciones. Al calificar de falsedad o desconocer todos los estudios realizados sobre las manifestaciones divinas, se pierde la oportunidad de desenmascarar a la Iglesia y la supuesta mentira, (sobre Cristo) que lleva ya 2000 años, o por el contrario sería la confirmación de la existencia de Dios y de lo que Cristo le dijo a Pedro: “Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificare mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16, 18). Otra ganancia, seria el desarrollo científico; el conocimiento de las leyes seria extraordinario. Sí, porque Dios siempre cumple las leyes dictadas por él mismo. Leyes materiales y leyes espirituales, de las cuales conocemos poco de las materiales y desconocemos las espirituales; de hecho, solo conocemos dos, la fe y el amor (si tuvieras fe como un grano de mostaza). Las manifestaciones de Dios, llamadas Milagros, están ahí; solo debemos buscarlas y conocerlas. Al hacer esto es seguro que estaremos en una posición más neutral para tomar decisiones. Veamos algunas de estas manifestaciones, pero empecemos con unos avances científicos.

Lo más llamativo de la lectura de las Sagradas Escrituras, en especial al leer el Génesis, es la conclusión a la cual se llega: “El universo fue creado para el desarrollo del ser humano”. En el primer capítulo del Génesis, se narra las seis etapas de la creación teniendo como culmen la creación del ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios. Y, esta es una afirmación no aceptada. Es difícil vernos a nosotros mismos como el culmen de la creación, que algo tan maravilloso y bello como es el universo haya tenido como fin la existencia del ser humano, en especial si observamos la cantidad de errores cometidos por el género humano en este viaje no concluido; algunos lo ven como algo redundante, algo salido de contexto. No obstante, la ciencia con el avance dado a la fecha verifica esta afirmación. Uno de los principios planteados hoy día por la ciencia, no por la Iglesia, es el “Principio Antrópico”, este principio dice: “todas las condiciones físicas dadas en el transcurso del tiempo, desde el Big Bang, son necesarias para la existencia del ser humano”. Este es el principio antrópico débil. El cambio, de “una sola”, de las condiciones físicas dadas desde el Big Bang (velocidad, temperatura, masa, etc.) durante el transcurso de los 13700 millones de años hasta la aparición del ser humano llevaría como consecuencia la “no existencia del ser humano”. En este lapso de tiempo ha habido miles, o mejor millones, de momentos factibles para hacer fracasar el proyecto. Esto es muy importante saberlo; para nosotros, los llamados “crédulos”, nuestra existencia está basada en un solo Milagro, uno solo, la existencia de “Dios”; para el “NO Crédulo” o creyente en el azar serían necesarios millones de milagros, mejor sería llamarlos azaragros, para que en este mismo lapso no fracasara todo y nosotros no existiéramos. Sabiendo esto, está claro para los creyentes que el agradecimiento por nuestra existencia se debe dirigir a Dios y no al azar.

Luego se planteó el “Principio Antrópico Fuerte”; este tomando lo anterior da la posibilidad de la existencia de miles o millones de mundos, dependiendo de las probabilidades presentadas en las condiciones físicas en los 13700 millones de años transcurridos; entiendo que cada probabilidad sería un mundo. Universos que podrían tener o no condiciones para el desarrollo de vida inteligente. Universos que nunca podríamos verificar. Estas dudas presentadas durante nuestra vida, Dios las soluciona de otras formas. Pueden existir otros mundos, y puede que en estos mundos haya vida inteligente, pero nosotros somos importantes para Dios, por ello se nos manifiesta y nos muestra su amor. Si Dios no nos amara, estaría oculto sin importarle nuestra existencia. Estas manifestaciones de Dios es lo que debemos poder discernir e identificar clarificando nuestra vida.

Actualmente, la física quántica habla de dos procesos o principios los cuales muestran unas características de la materia desconocidas por el ser humano. El primer principio es el “Efecto Túnel”; este principio nos dice que un átomo puede atravesar una pared o muro o algo sólido que se interponga. Este fenómeno lo describen como “trasladarse de un sitio a otro sin pasar por el medio”. El otro fenómeno es el llamado “principio de ubicuidad”; este nos dice que un átomo puede estar en dos sitios al mismo tiempo. Estos dos principios son aplicados para átomos o partículas microscópicas y es “imposible” que los objetos macroscópicos puedan utilizar estos principios. Los principios descritos niegan características de la materia o principios de la física clásica, como la impenetrabilidad de la materia y muestra a la materia con características desconocidas para las personas. Aunque, como ya se dijo, son principios aplicados únicamente para partículas microscópicas, Dios desde hace siglos las conoce y las aplica. En la Biblia (Juan 20, 19-22) se narra que estando los discípulos en una casa con las puertas bien cerradas por miedo a los judíos, Jesús entró (atravesó la pared), se puso en medio de ellos y les mostró las heridas. Luego 8 días después realizó lo mismo (Juan 19, 26-29): “Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomas. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomas: pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo sino creyente. Tomas dijo: “Señor Mío y Dios Mío”. Jesús dijo: porque me has visto creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron”. Este es un pasaje de los hechos de Jesús, pero como encontramos personas que niegan su existencia y hablan de Jesús como un mito o invención de la Iglesia, Dios en su infinita misericordia utiliza otras personas para mostrar que Él es el dueño de la ciencia, que Él existe y, los más importante, para llamar a aquellos hombres, que como Tomas necesitan de hechos para creer, este llamamiento nos muestra su amor.

Dios, por intermedio de otras personas, ha aplicado estos dos principios: el efecto túnel y el don de ubicuidad o bilocación. Se puede estar seguros de ser bilocación, ya que siempre la persona interactúa con la persona que lo ve (lo que no ocurriría si fuera un fantasma). Entre las personas que han mantenido estos dones podemos nombrar las siguientes: Sor María de Agreda (1602- 1665), S. Martín de Porres (1579- 1639), Fray Galvao (1739- 1822), S. José Copertino (1603- 1663), S. Juan Bosco (1815- 1888), Teresa Neumann, quien también fue estigmatizada y murió en el siglo XX, el padre Tiburcio Arnaiz y el padre Pío, quien murió en 1968, vivió en Italia y durante las dos guerras mundiales tuvo bilocaciones en las cuales hablaba con los soldados, e incluso con los aviadores que pensaban bombardear el pueblo. Aunque la ciencia dice que estos dos principios se aplican únicamente en las partículas microscópicas, para el dueño de la ciencia nada es imposible y las ha aplicado en seres humanos; tal vez en un futuro podamos realizar lo mismo pero con la ayuda de máquinas.

En la Iglesia se tienen ciertos hechos o mejor dogmas, en los cuales el cristiano debe creer con fe, esto es, o porque es una verdad revelada o porque es un mandato. Yo creo en Dios, por fe, no porque lo haya visto. Hay otros dogmas en los cuales debemos creer por fe, pero Dios nos lo muestra de una manera clara; uno de ellos es el dogma de la resurrección de los muertos, el primer y único ser que ha muerto y resucitado es Cristo. Dios nos lo muestra de otra forma para nuestra tranquilidad y en especial para aquellas personas que como Santo Tomas necesitan ver sus heridas y ver a Cristo. La prueba de la resurrección de Cristo la tenemos en “La Sabana Santa”; ésta no solamente es prueba de su resurrección, también de su existencia, de su muerte, de su flagelación y de los libros de la Biblia donde se predecía su venida, su vida, su martirio y su muerte. La Sabana Santa es otro de los regalos que nos da Dios. Muchas personas niegan la autenticidad de la Sabana Santa diciendo que es otro de los montajes de la Iglesia; para demostrar lo anterior toman como constancia una investigación realizada sobre la Sindone (así la llaman) con carbono 14, cuyo resultado dató a la Sabana en el siglo XIII. La divulgación de esta investigación fue caótica y tildaron a la Iglesia de todo; inclusive hubo personas que afirmaron que la Sindone fue un trabajo realizado por Leonardo Da Vinci, explicando todo como una apropiación del trabajo de Leonardo sin ofrecer explicaciones. Lo anterior es una afirmación no razonada si tenemos en cuenta lo siguiente: la Sindone se dato en el siglo XIII con un rango de error de más de 100 años. Podemos decir que la fecha de datación va entre los años 1299 – 1399, no más. Además, al leer la biografía de Leonardo observamos que su nacimiento ocurrió en 1452, así que no existe ninguna posibilidad de que sea un trabajo realizado por él, y menos si calculamos que haya empezado sus trabajos a la edad de 20 años.

De la Sindone existen registros donde hablan de ella en los primeros siglos del cristianismo, en ese tiempo denominadas como Mandylion. Lo que han observado muchos investigadores de la Sabana, no permite adjudicarla al trabajo de un artista o pintor, ya que en ella no se encuentran trazos de pintura. Se observan restos de sangre, identificada del tipo AB. La imagen de la Sábana es el rostro de una persona martirizada y flagelada, tal como describen los Evangelios la muerte de Cristo. La Sindone es el negativo de una foto, indicándonos con ello la recepción de un rayo de energía en el momento de la resurrección (los tejidos al recibir emisiones de rayos ganan en carbono y rejuvenecen en el tiempo), además es el negativo de una foto tridimensional. De todas maneras, como ya dijimos, los cristianos creemos en la resurrección de Cristo con o sin Sábana Santa; ella solamente nos confirma en nuestra fe y elimina de tajo otras creencias religiosas contrarias a la resurrección y contrarias a la divinidad de Cristo, verbigracia los creyentes en la reencarnación (yoga, nueva era, etc.), quienes hablan de Cristo como un maestro ascendido o iluminado. Este es otro de los milagros permanentes del cual apenas hemos encontrado parte de su génesis, pero aún con el avance de las ciencias no podemos realizar una Sabana igual a la que nos dejó Cristo. Es paradójico, si actualmente no podemos realizar un trabajo como el de la Sindone, ¿cómo podemos afirmar que la hizo la Iglesia en una época sin tecnología?

Hacer afirmaciones con slogans que niegan la realidad es la forma mejor utilizada para negarnos a conocer y saber, sea lo que sea, un artilugio o una verdad. Cuando alguien nos engaña lo mejor es analizar la situación vivida para saber y aprender, cuando no aprendemos de nuestras experiencias volvemos a cometer los mismos errores. Si afirmamos algo, debemos estar seguros de poder corroborar lo afirmado, de lo contrario estamos cayendo en errores que solo llevan a ocultar la verdad. Las afirmaciones que hacen de la Iglesia es una manera para indicarnos que no debemos ver más allá, o mejor, no debemos investigar, ni estudiar: ¡La Iglesia solo quiere el poder!, ¡Siempre ha engañado a la gente! ¡Las riquezas de la Iglesia!, etc. Pareciera que con estas oraciones está dicho todo y no se debe buscar más. Pero esto no debe ser así, hay muchas cosas que muestran otra cara. Otro milagro permanente, del que aún hoy día no sabemos como realizar una copia, así sea una mala copia, es la llamada Tilma de la Virgen de Guadalupe. El suceso ocurrió en 1531 cerca a ciudad de México. Al observar la Tilma nos maravillamos al concluir que aunque nosotros desconocemos muchas leyes materiales y todas las espirituales hay un SER que sí las conoce todas y las utiliza a medida de las necesidades de su proyecto; proyectos que como último fin es la humanidad. Sobre la imagen de la Tilma se han realizado numerosos estudios cuyos resultados han dejado pasmados a los investigadores. Lo primero que llama la atención es la duración del material en el cual se encuentra la figura. La imagen está estampada sobre la fibra de maguey o ayate con una duración de unos 20 a 30 años, entrando, luego, en proceso de descomposición. La duración del ayate de la Tilma se ha prolongado inexplicablemente y hoy día podemos observarla en un estado excelente, luego de casi 500 años. Otros fenómenos observables en la imagen son los siguientes: no hay rastros de pintura y la imagen no está sobre la Tilma sino a unos metros por encima de la misma. Como fondo de la imagen se observan estrellas y según estudios de astrónomos es la posición que tenían las estrellas en 1531 en el hemisferio norte (en México). En los ojos de la imagen de la Virgen se observa la escena vivida en el momento en que Juan Diego expande la Tilma, es como una foto instantánea del momento en que se encuentran el Obispo Zumarraga, Juan Diego y otras personas. La figura de la Virgen tiene una cinta alrededor de la cintura, indicando con ello que se encuentra en cinta y al ubicar un estetoscopio en el vientre se oyen latidos de un corazón. Otro hecho ocurrido se presentó el 14 de noviembre de 1921; una persona colocó una bomba con alto poder explosivo en un arreglo floral al lado de la imagen. Al explotar la bomba destruyó todo a su alrededor pero la Tilma permaneció en perfecto estado. Todos los estudios realizados sobre la Tilma de la Virgen de Guadalupe confirman que hay un SER grandioso detrás que nos muestra su existencia y poder. Dios quiere que esta imagen se conserve como enseñanza para la humanidad y es señal que Él ya conocía la astronomía y la fotografía.

Cristo en la última cena con los apóstoles nos dejó otro dogma muy importante para los cristianos, es la Transubstanciación del pan y del vino en su cuerpo y su sangre, la cual Él ofrecía por la redención del ser humano. Este es otro dogma muy atacado por los incrédulos e, inclusive, dentro de la misma curia se ha presentado casos de sacerdotes que han dudado de la transubstanciación del cuerpo y la sangre de Cristo. En la historia del cristianismo se tienen varios sucesos ocurridos en diferentes épocas los cuales aún podemos observar. Tomaremos únicamente dos de estos hechos con ocurrencia de hace varios siglos. El primero que tomaremos es el Milagro Eucarístico de Lanciano (Italia). En una mañana del año 700, a un monje con dudas sobre la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo en la hostia, en el momento en que pronunciaba las palabras de la consagración, observó como la hostia se convertía en un círculo de carne y el vino en sangre. Todos los feligreses presentes observaron el milagro y se encargaron de difundirlo por toda la comarca. Hoy día, la carne de la hostia se mantiene intacta y la sangre se dividió en 5 partes de diferentes tamaños y diferentes formas cada uno. Estas 5 partes de la sangre tienen una particularidad, que aún los estudios no saben como puede ocurrir esto, una de las divisiones pesa lo mismo que dos, tres, cuatro o todas al mismo tiempo. Unos estudios realizados han encontrado lo siguiente: La carne es carne humana del corazón. La sangre es sangre humana del tipo AB. Se desconoce como la sangre y la carne se conserva en estado natural luego de transcurrir 13 siglos desde la ocurrencia del suceso.

El segundo milagro es el acaecido en Siena en 1730. La víspera de la fiesta de la Asunción los sacerdotes, previendo la llegada de muchos feligreses, consagraron hostias adicionales. Durante la noche unos ladrones entraron a la Basílica de S. Francisco y robaron el copón de oro junto con las hostias. El 17 de agosto alguien que oraba en la iglesia encontró las hostias dentro de una caja, al contarlas se dio cuenta de que era la cantidad exacta sustraída. Las hostias no se repartieron entre los fieles y se dejaron para la observación de las personas esperando que se deterioren; el deterioro no se dio y hoy día se pueden observar en buen estado y con agradable olor. No se encuentra una explicación válida para esta conservación. Estos dos milagros eucarísticos no son los únicos presentados, se encuentran muchos y se siguen presentando, en todos el tipo de sangre es AB; aunque no tienen mucha publicidad, las personas interesadas deben buscarlas por sí mismas.

Podríamos hablar de muchos milagros de diferente índole, pero para terminar este capítulo hablaremos someramente, por ultimo, de algunos santos que conservan sus cuerpos incorruptos; de estos cuerpos se dice que son trabajos de conservación realizados por personas expertas en esta ciencia. Pero en todos los casos, el suceso se sale de las explicaciones dadas; por ejemplo, San Andrés de Bobola fue martirizado, muerto y luego colgado por varios días. Como se sabe, el cadáver entra en proceso de descomposición inmediatamente muere y luego de varios días sin tratamiento no hay nada que hacer. El cuerpo de S. Bobola está igual luego de 300 años. San Charbel Makhlouf (1828- 1898) no solo está incorrupto, también exuda sangre. Santa Bernardita Soubirous (1844- 1889) también tiene el cuerpo incorrupto. Dos características importantes en los casos de cuerpos incorruptos es la flexibilidad de los miembros (no tienen la rigidez cadavérica) y el color y textura de la piel, es como cuando estaban vivos.

Hemos visto unos pocos casos de hechos que están lejos de ser explicados científicamente. Actualmente, conocemos el proceso llevado a cabo pero no hay una explicación para que haya ocurrido en épocas cuando la tecnología no daba para hacer este tipo de trabajo. Incluso, aunque conocemos la técnica, tecnológicamente no somos capaces de realizarlo. Esto nos muestra que sí hay alguien que conoce muy bien la ciencia y no se equivoca. Los tipos de sangre fueron descubiertos en 1901 por el médico austriaco Karl Landsteiner, lo que le valió el Nobel de medicina de 1930, pero esto Dios ya lo conocía, lo que se comprueba al verificar los tipos sanguíneos existentes en la Sabana Santa, en los Milagros Eucarísticos ocurridos en la antigüedad y en los que se presentan actualmente; si fuera un trabajo de la Iglesia seria muy fácil equivocarse al desconocer estos tipos de sangre. La fecha más aproximada de la invención de la fotografía es 1839; al estudiar la Sabana Santa encontramos que este proceso fue utilizado por Dios, como se dijo la Sindone es el negativo de una foto pero, esto también ya lo sabía Dios. Con la Sindone, Dios nos muestra el conocimiento de muchas otras ciencias, los rayos, la tri dimensionalidad en la fotografía (fotografía aérea). La Tilma de Juan Diego muestra que Dios es también astrónomo, la ubicación de las estrellas es la misma posición que ellas deberían tener en 1531, que ya conocía el estetoscopio. Del principio antrópico hablaron por primera vez en 1961, pero Dios nos habla de él en el primer libro de la Biblia, el Génesis, escrito hace ya varios miles de años. Todo lo anterior muestra a Dios como el Señor de la Ciencia.

No nos equivoquemos, el amor y la misericordia de Dios son infinitas; Él sabe de muestras limitaciones y no nos abandona pero tampoco quiere presionarnos. Nosotros estamos en capacidad de buscar la verdad y elegir; pero lo más importante es el conocimiento, por eso no debemos desechar lo que Dios nos muestra. Tomando todas estas manifestaciones, haciendo un racionamiento sobre ellas y con el discernimiento de la ciencia podemos llegar a su conocimiento. La creación del universo es una sola manifestación del amor de Dios, correspondámosle con el mismo amor. Al realizar este trabajo podemos estar seguro de algo: si estamos equivocados no hemos perdido nada, pero si no estamos equivocados, que es lo seguro, ganamos mucho. Como decía alguien: CREYENDO EN DIOS, CUANDO MUERA, SI HE ESTADO EQUIVOCADO, HE SIDO MUY FELIZ Y NO HE PERDIDO NADA. PERO SI TENGO RAZON (ESTOY SEGURO DE ELLO), CUANDO MUERA, HE SIDO MUY FELIZ Y HE GANADO MUCHO.

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