lunes, 26 de julio de 2010

LA ARQUITECTURA DE ROGELIO SALMONA

















Por Natalia Cadavid

Hace varios días, alguien que no cree en el trabajo de Rogelio Salmona me preguntó sobre la importancia de su trabajo; creo que para desafiarme un poco. Yo, que no tenía ninguna respuesta preparada, me decidí a responder de la forma más contundente posible, y además, no permitiré que por simple percepción menosprecien el trabajo del, hasta ahora, mejor arquitecto de Colombia, así a mí no me guste.

En los dos últimos años he vivido en la ciudad de Bogotá, cosa que me obligó a conocer y habitar los edificios del arquitecto, logrando percibir características de su obra que en los libros, que por bien ilustrados que estuvieran, no lograba percibir. Elementos de diseño como lo son el trabajo del ladrillo, las circulaciones, la espacialidad de los patios, las terrazas, las magníficas vistas, las formas circulares y la indudable relación con la naturaleza, hacen de su arquitectura un ejercicio tan local como universal.

Lo pensé por un momento y cuando entendí que estas características están relacionadas con la arquitectura de los padres de la modernidad, decidí responder buscando en sus obras argumentos que le dieran validez a los edificios proyectados por el arquitecto Rogelio Salmona.

Empecé entonces por mi preferido, el arquitecto finlandés Alvar Aalto. El análisis que él realizaba del medio ambiente logró que cada uno de sus proyectos se integrara al entorno. Si consideramos que cada lugar tiene características únicas (soleamiento, topografía, orografía, etc.) y estas son aprovechadas como herramientas de diseño, el resultado es un edificio xxx. Para explicarme mejor expongo un ejemplo: el edificio del paraninfo de la Universidad Tecnológica de Finlandia. Este se integra al paisaje a partir de cubierta que es, a su vez, una terraza escalonada. En invierno la pendiente de la cubierta evita que la nieve sea una carga adicional para el edificio, al permitir que esta se deslice hacia el terreno. En verano puede utilizarse como teatro al aire, ya que es de forma semicircular, los escalones sirven de silletería y la tarima se ubica en la planta baja o suelo, como lo es un anfiteatro. Su ubicación en el campus universitario no es gratuita. Emplazado en la cima de un montículo, el edificio es perceptible desde cualquier punto y su doble funcionalidad hace que el edificio tenga diferentes perspectivas desde cualquier sitio .

Si alguna vez quieren ver una corrida de toros, un concierto o la obra de un grupo de teatro en el marco del Festival Iberoamericano de Teatro, les recomiendo el apartamento de un amigo en Torres del Parque. Estos edificios se adaptan al lugar de tal forma que se hace difícil separar uno del otro. Su condición de convivencia logra que el edificio se beneficie del entorno (visuales, forma, ubicación) y viceversa. Qué sería de la plaza de toros de la Santamaría, si su telón de fondo no fuera Torres del Parque, ¿podría imaginárselo? Si se observa la planta del lugar, podemos ver que los edificios de Torres del Parque responden a la forma circular de la plaza de toros; como si de tres abanicos se tratara, estos acogen la plaza de toros como parte de ellos. Pero no solo en la planta se percibe esta relación, al pasear por el sitio se puede recorrer, entre un edificio y el otro, escaleras, plazoletas y senderos que cosen estos cuatro edificios. Los alzados de los edificios residenciales están rodeados por ventanas, una visión de 360 grados de la ciudad, pero es en las terrazas que ocurre lo más importante, todas miran al centro de la plaza, como si se tratará del dotacional más importante de Bogotá.

Para seguir con mi explicación, seleccioné al detallista, minimalista y padre de la arquitectura conceptual, Mies van de Rohe. El uso que este arquitecto le dio al cristal y a la estructura metálica permitió liberar los edificios de todo ornamento y generar a su vez un nuevo canon de belleza. De allí la frase “menos es más”. El cuidadoso trato con los materiales se percibe en los detalles constructivos, realizados de las formas más precisas, gracias al conocimiento de la capacidad del material y de sus posibilidades plásticas. Un ejemplo de esto es la casa Farnsworth.

De planta libre y rectangular, esta caja de cristal inserta el paisaje en la vivienda, como si se habitará el exterior desde el interior. Imagínese viviendo en una casa que se transforma a medida que cambian las estaciones; ver cómo el blanco de la nieve en el invierno se transforma lentamente en agua hasta que habite una especie de barca y como ésta en unos días es una pradera verde y extensa con árboles frondosos y luego cambia, y es una imagen otoñal de colores rojizos y naranjas hasta que nuevamente caiga la nieve para cubrirlo todo de blanco. No podría imaginar cómo esta vivienda lograra el efecto mágico si no fuera construida de esa manera.

Sería posible pensar que Rogelio Salmona utilizaría otro material que no fuera el ladrillo. Sus obras, delicadamente construidas con este material tan resistente y tan propio de nuestro hábitat, lograron que el arquitecto construyera su estilo. Las costuras de un muro y otro con ladrillos de medio bocel, los vuelos de ventanas rematados con ladrillos verticales con bordes redondos a manera de pasamanos, los planos de ladrillo que permiten ver y no ser visto, la forma en la que logra crear círculos completos y precisos a partir de un material recto y rígido y las figuras que se dibujan en los pisos, con ladrillos de diferente color, son algunos de los usos característicos que el arquitecto le ha dado a su obra. Cuentan que era tan cuidadoso, que pasaba tardes enteras en las ladrilleras conociendo el material, modulando, retándolo para poder lograr de él una nueva forma de percibirlo, una nueva estética de lo local. Gracias a su uso del ladrillo, ahora reconocemos que es verdaderamente hermoso y además podríamos deducir del uso del mismo si corresponde a una obra del arquitecto. Puedo deducir entonces que el material y su uso es un sello indiscutibles de las obras arquitectónicas, en el caso de Mies Van der Rohe, el cristal y el metal; para Rogelio Salmona, el ladrillo.

El tercero, es el museo R. Solomon Guggenheim del arquitecto Frank Lloyd Wright. Organicista y funcional, defendió los espacios libres para favorecer las visuales y esto lo logró a través del uso de formas sinuosas y curvas. Su construcción más famosa supuso desarrollar tecnologías constructivas para la época. La estructura, el uso de tres tipos de concreto y la forma, son algunos de los retos constructivos que se debieron superar. El edificio surge del suelo como una cinta que asciende y envuelve un vacío central dominado por una cubierta de cristal que ilumina todo el espacio. El recorrido lento y sinuoso, a través de una rampa, es un espacio de exhibición y contemplación de arte. Este proyecto tomaría quince años en construirse y el rechazo de muchos artistas, ya que debido a la inclinación de los muros y a la rampa es difícil exponer arte; sin embargo, no se puede negar el asombro de todos sus visitantes al apreciar una de las obras de arte de uno de los arquitectos modernos más influyentes.

http://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2010/04/wright-museo-guggenheim-nueva-york.html


Piense por un momento: constantemente estamos habitando un edificio para estudiar, ir al médico, al banco, etc. Nuestras vidas están rodeadas de edificios. Para el arquitecto Rogelio Salmona, y para otros también, es importante que el edificio sea amable con el usuario, fácil de utilizar y de agrado o gusto de aquellos que lo habitan. Rogelio Salmona logró esto a través de la naturaleza; sus edificios llenos de recorridos, escaleras, rampas, circulaciones, patios, jardines, visuales, terrazas, árboles, agua, puentes, etc; están todos en relación con la naturaleza. La Biblioteca Virgilio Barco, de planta irregular pero con uso de formas circulares, tiene como acceso principal un patio de agua rodeado de circulaciones con ventanas de piso a techo. Una vez dentro y unos pasos más adelante se puede observar por una ventana el paisaje extenso que rodea la biblioteca. En el recinto principal, es imposible escapar del vacío y la luz que invade los libros y los pasillos, gracias a dos ventanas corridas que rodean el espacio y permiten intuir la hora y el clima afuera. El edificio entonces nos lleva a diferentes lugares, un puente, que hay que pasar corriendo cuando llueve para no mojarse, la biblioteca de los niños y de allí a la terraza. Los recorridos están invadidos por el exterior y el exterior no escapa del arquitecto. Una red de itinerarios sugieren salir y una vez fuera un espejo de agua rodea el edificio, los caminos nos llevan a otros lugares de la biblioteca y a lugares de la ciudad, un pequeño teatro, un jardín, una pradera. Las construcciones de este arquitecto están aisladas del entorno general, liberados del contexto inmediato para descubrirlos, para acercarse a ellos y una vez dentro poder apreciar esta naturaleza que los rodea. Para Frank Lloyd Wright y Rogelio Salmona las visuales se logran a través de la relación con la naturaleza, la luz, las formas sinuosas y la liberación de los muros en los espacios interiores.


Por último, el maestro de Rogelio Salmona; el arquitecto suizo nacionalizado francés Le Corbusier. Creador de la teoría “máquina para habitar” en la que hablaba de la importancia de la funcionalidad de la vivienda proyecta la Villa Savoya, que además fue construida teniendo en cuenta los cinco puntos de arquitectura (Pilotes, terraza, espacio interior libre, fachada libre y grandes ventanales horizontales) detonantes para la creación del edificio y la vivienda en serie. En esta ocasión hablaré solo sobre la cubierta plana, característica que lo hace único entre los demás arquitectos de la época y además es un recurso que en la actualidad utiliza Rogelio Salmona en sus obras.
La Villa Savoya es una vivienda de tres pisos en los cuales la planta baja es libre y está concebida para parquear vehículos, la segunda planta es la zona privada de la vivienda; pero es en la tercera planta que me quiero centrar, la terraza jardín. Este último piso al que se accede por una rampa que rodea un patio central, liberada de todo tipo de funcionalidad, es un espacio plano que se abre a la naturaleza y contiene naturaleza. La idea central era utilizar un espacio que hasta el momento, debido a su pendiente de 30°, 45° o inclusive más y al sistema constructivo, no podía ser utilizada. Con el surgimiento del concreto, la carga de la nieve ya no es un impedimento para hacer cubiertas planas y con los pilares puede inclusive ser habitable.

Me recuerda esta descripción a uno de los proyectos de Rogelio Salmona, el edifico de Posgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia y su esplendida terraza con jardines, teatrinos, lucernarios y esplendidas vistas. También recuerdo los millones de edificios en los que se puede utilizar la terraza; ¿el problema?. Ese precisamente, que solo son terrazas para observar, nada que hacer, donde sentarse, donde leer, limitadas. Recuerdo también el día que conocí el edificio, día soleado, tranquilo, decidí recorrer primero el edificio y sentarme luego un rato en el sitio que más me gustara. La selección, uno de los peldaños del teatrino de la terraza, donde además de recibir el sol, cual lagarto, veía un bosque y algunos edificios de la Universidad, un sitio tranquilo, sin ruido y muy agradable; llegué a envidiar los funcionarios que trabajan ahí. Llenas de valor, estas terrazas son la muestra más clara de la gran influencia que ejerció Le Corbusier en el arquitecto Rogelio Salmona.

La estrecha relación con el entorno, establecimiento de su sello personal a través del ladrillo, uso de formas sinuosas y recorridos para favorecer visuales y el uso especial de las terrazas son solo algunas de las características que este arquitecto tiene con los padres de la arquitectura. Es en la reinterpretación de estas características que el arquitecto Rogelio Salmona se vuelve internacional. Adaptarse a la topografía utilizando ladrillos de una forma sinuosa para favorecer los espacios y las visuales que lo hace local. Cabe recordar que fue galardonado con el premio Alvar Aalto en el año 2003 y hasta el momento solo se han concedido 10 premios. El objetivo principal de este premio es reconocer la trayectoria profesional de aquellos que a través de su ejercicio hacen un aporte a la arquitectura. Cada cinco años un arquitecto es premiado y del ejercicio profesional de Rogelio Salmona, la única en Latinoamérica premiada, se dijo que “su obra reforzaba los valores esenciales de la arquitectura”.

Su lema “Poesía, la arquitectura es poesía, algo muy sentido que se traduce mediante una metáfora construida” es exactamente lo que se obra refleja.



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