miércoles, 12 de mayo de 2010

LA INFLUENCIA DEL ENTORNO ESCOLAR EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA



Por: Olga Lucía Triana Bustos


La secundaria es la experiencia central que organiza la vida de los adolescentes. Les ofrece oportunidades para aprender nueva información, dominar nuevas destrezas y perfeccionar las que ya poseen: ingresar o no al énfasis del bachillerato técnico que ofrece su institución, estudiar las opciones para seguir una carrera, participar en deportes, teatro, música y estar con sus amigos. Esto amplía sus horizontes intelectual y social cuando combinan encuentros con sus compañeros y adultos. Las diferentes funciones de la secundaria son importantes pero su enfoque primario sigue siendo lo académico.


La secundaria es uno de los elementos más importantes en el ambiente social de un joven. Desde el punto de vista histórico, la educación ha sido el tiquete de avance económico y social que lleva a una vida adulta exitosa. Sin embargo, para muchos de los estudiantes actuales, en especial aquellos que proceden de familias con bajos ingresos, la escuela ya no desempeña esta función vital. Enfocar el desarrollo en el contexto de dónde y cómo viven los adolescentes, cómo los afecta y cómo influye la institución académica, su entorno escolar ayuda a entender algunas de las expresiones que surgen en la adolescencia, al conocer sus miedos, gustos e intereses.


Por ejemplo, los estudiantes de la institución educativa para la cual laboro, provienen en gran parte del sector rural, a quienes generalmente se les asigna la jornada mañana. Sólo un reducido número de estudiantes del sector urbano hacen parte de ésta. La otra parte, ingresan en la jornada tarde. Sin nombrar la jornada nocturna o del fin de semana con niveles para adultos. Si a unos se les dificulta tener acceso a los medios audiovisuales, a otros se les dificulta alejarse de ellos. Sin embargo, la influencia de diferentes fenómenos toca ambas partes. Toca sus sueños.


¿De dónde nacen los sueños de los adolescentes? ¿Son originales o se copian de otros? Todos los miedos, gustos e intereses propios de esta etapa, el miedo a embarazos no deseados, temor a decir la verdad para justificar acciones cuando no asumen sus deberes académicos, a enfrentarse a ciertas situaciones, su gusto por la música, su búsqueda de identidad, la necesidad de usar elementos nuevos, sus perspectivas, sus sueños, su viaje por la adolescencia ¿le acompañan a la generación de adolescentes actual, de igual manera que a la de hace tres lustros? ¿Cuál es la mejor forma para lograr entender las innovaciones, los nuevos conceptos, los nuevos códigos que inciden inevitablemente en la vida de los estudiantes de secundaria de la actualidad?



Podríamos creer que los adolescentes de la actualidad, en su afán de buscarla, no tienen una identidad propia. Seducidos por la voz de Eva en el paraíso o el de las sirenas en el viaje hacia Ítaca, quizás, intentan encontrar aquella que los haga diferente a los demás. Ya lo dice el poeta griego Constantino Cavafis en su poema Ítaca: “pide que tu camino sea largo y rico en conocimientos…Que muchas mañanas de verano hayan en tu ruta cuando con placer, con alegría arribes a puertos nunca vistos”.


De acuerdo con Pérez y Mejía (1996), el hecho más significativo es la manera como la globalización toca a todas las personas produciendo una reorganización y una recontextualización de los entornos inmediatos; pues en la actualidad, gracias a las nuevas tecnologías, se encuentran frente a una nueva realidad que se hace específica en el lugar en el que cada uno se desenvuelve. Esa reorganización de la sociedad afecta de manera especial los procesos de socialización. Los principales lugares de transformación, aquellos que hacen visibles las maneras como los cambios afectan la vida concreta de las personas, son las instituciones académicas y la familia. Es allí donde se forma un sujeto portador de los cambios de la sociedad que se evidencia en la vida cotidiana. Con las transformaciones de vida y los comportamientos de la sociedad, los jóvenes construyen su nuevo imaginario.


Desde los conflictos generacionales de los años 60, los jóvenes han adquirido ciertos rasgos que los van ligando a las culturas urbanas como grupo no vinculado a la economía. Su psicología se basa en la búsqueda de hábitos y valores propios y modelos diferentes a los de la familia, para lo cual priorizan el contacto con amistades que les perfilen su inconformidad frente a los núcleos institucionales básicos. A ello se suma que, a nivel biológico, su sistema nervioso central, sus órganos sexuales y su desarrollo físico en general, están conformándose hasta ahora. No es sino observar a nuestros estudiantes y ver los cambios que su cuerpo ha tenido durante el transcurso del año escolar para darnos cuenta de su transformación.


Por otra parte, en un estudio sobre las significaciones que sobre sexualidad portan los adolescentes pertenecientes a instituciones educativas del sector oficial (Quiñones Rodríguez, 2000), se señala un breve recuento histórico en torno a las expresiones juveniles de los años 90 como la época del ciberespacio, de la sociedad de consumo con una marcada tendencia a la individualidad, características centrales de esta generación que finaliza el siglo XX. Surgen movimientos ecológicos que propenden por la conservación y rescate de la naturaleza. En un alto porcentaje de jóvenes se da un renacer por ideas religiosas promoviéndose en unos casos la participación en diferentes iglesias y sectas religiosas, en otros una gran apatía y marcada indiferencia hacia lo espiritual.


Surge la generación X, que presenta una característica particular: rebelarse en medio de su escepticismo al materialismo de los yuppies. La música de esta generación es el Hip- Hop. Se presenta una fusión de manifestaciones de poesía y arte a través del rap. El rap como forma de denuncia original se expresa utilizando dos componentes básicos: ritmo y rima. Surgen de esta manera las siguientes formas de expresión: break en el baile, graffiti en la pintura, djing en el arte de mezclar la música disco. Como géneros populares encontramos: country, jazz y rock.


Garretón, haciendo un análisis de las industrias culturales prioritarias en la perspectiva de una identidad y culturas propias, expresa sobre el rock lo siguiente: “Resulta interesante en esta perspectiva lo ocurrido con el rock: género musical que en el pasado fue estigmatizado como música foránea y alienante, pero que hoy día constituye, luego de haber sido apropiado por varias décadas, un género incorporado a la cultura musical latinoamericana con plena vigencia sociocultural para una amplia audiencia de jóvenes” (Garretón,1999: 187, citado en Quiñones Rodríguez, 2000).


De modo que ciertos rasgos permiten identificar al joven a determinada cultura. Si nos atenemos a lo que nos dice Pérez y Mejía (1996), el joven de hoy encarna el papel lexical que desempeñan los elementos de la cultura digital. Hoy se presenta un imaginario que reorganiza, negociando con otros lenguajes, los dispositivos de percepción, generando con ello otros tipos de sensibilidad, otra capacidad de captación. El encuentro con un video juego es un ejemplo propio de ese nuevo imaginario.


Además, con la aparición de Internet, se ha producido un verdadero estallido en las dinámicas de la producción del saber sobre jóvenes y culturas juveniles. Estas últimas han construido también su lugar en el ciberespacio. Desde allí generan e intercambian información y conocimiento sobre sí mismas, discuten problemas relevantes para cada escena en diferentes puntos del planeta y dejan entrever lo complejas, múltiples, diversas e híbridas que son (Marín y Muñoz, 2002).



“En la imagen de los jóvenes actuales, aislados y refugiados en sus mundos de significados, sentidos, identidades y relaciones sociales y culturales propias, vemos condensadas las mutaciones en las formas de vida y los valores emergentes de una sociedad interconectada y multicultural. Es innegable que los medios de comunicación, las redes de comunicación, información y mercado, las industrias culturales y los procesos de consumo son fundamentales en la producción de subjetividades contemporáneas, especialmente de los jóvenes, capaces de desarrollar modos de existencia, marcos de referencia, saberes singulares e incluso nuevas artes” (J. Blanch, revista Textos de la cibersociedad, correo e-marzo 19,2010, 2: 00 pm). Así mismo, crean estilos de vida como parte de su propia identidad, como miembros de una cultura juvenil.



Por ejemplo, hay una carga de significado en su manera de vestirse, de expresarse, de comunicarse y de interactuar a través de una red. Bien sabemos que, en este nuevo siglo, con la explosión que resultó ser la Internet, surgieron diferentes formas de entretenimiento y de comunicación, sobre todo en los jóvenes: páginas para compartir videos, chatear entre amigos, y nuevos medios para intercambiar información son sólo algunos ejemplos. Con aquello que les sea significativo, reinventan y desarrollan estrategias para crear un estilo de vida. Tanto así que “millones de adolescentes escucharán la misma música, verán las mismas películas, llevarán la misma ropa hasta hacer surgir el adolescente global” (Nilan, 2004, p.41).



Esta cultura actual del nuevo adolescente que se forma, influida por el consumismo, hace recordar a la generación de la década del 80 con su subjetividad, productividad y consumismo: valores centrales en esta generación, ávida del confort, la posesión y el insaciable deseo de demostrar. Época en la que se rendía culto al poder y a la posesión de dinero, objetos, grandes marcas y pertenecer a clubes. Hoy a redes sociales, a la posesión o adquisición de determinado teléfono celular, un tipo de ropa, en fin; como dicen Pérez y Mejía (1996) con respecto a los modelos culturales de identidad: El dinamismo, la belleza física, la alegría, el placer, la amistad por vía del consumo son valores que se integran y que parecen esconder las inquietudes reales del mundo juvenil (p.66).



En definitiva, ojalá nuestros adolescentes reconozcan cuál es la verdadera madreperla, el coral, el ámbar y el ébano que deben llevarse en su recorrido por esta etapa en busca de su propia identidad para que, así, mañanas de verano hayan en su ruta. ¿Cuál es la voz que nuestros adolescentes escuchan cuando el entorno escolar les dice “…Cuando con placer, con alegría arribes a puertos nunca vistos. Detente en los mercados fenicios para comprar finos objetos…Y visita numerosas ciudades egipcias para aprender de sus sabios”?



Referencias
Espasa (2005) Gran enciclopedia Espasa (Vol. 1-20) Colombia: Espasa Calpe
Marín, M. & Muñoz, G. (2002) Secretos de mutantes: música y creación en las culturas juveniles .Bogotá, D. C. Universidad Central. Siglo del hombre Editores.
Nilan, Pam (2004): Culturas juveniles globales. INJUVE Instituto de la Juventud Madrid, De las culturas urbanas a las culturas juveniles. (Marzo 2004).Recuperado el 5 de mayo de 2010 http://www.injuve.migualdad.es/injuve/contenidos.item.action?id=1189360427&menuId=1963852640

Papalia D. E., & Wenkos, S. (1998). Psicología del desarrollo. (7th ed.). México. Mc Graw Hill.
Pérez G.D. y Mejía J., M. R. (1996). De calles, parches, galladas y escuelas. Transformaciones en los procesos de socialización de los jóvenes de hoy. Santafé de Bogotá Cinep.

Proyecto Atlántida. Estudio sobre el adolescente escolar en Colombia. (1998). Todo lo que nos gusta se evapora. Tomo II (1 reimpresión). Colombia. Tercer mundo editores. División de Educación FES.
Quiñones R., M. [ et al.]. (2000). Sexualidad Adolescente: una mirada actual. Santafé de Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Solé B., J., (2006), Microculturas juveniles y nihilismos virtuales, Revista TEXTOS de la CiberSociedad, 9. Temática Variada. Recuperado el 19 de marzo de 2010 de http://www.cibersociedad.net.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta tu ensayo, es importante saber que las generaciones hoy en día están cada vez peores.. y me parece que tu como maestra es bueno que reflecciones del tema para poder ayudar a jovenes adoleventes^^
Una ayuda puede ser que para llegarles facilmente hay que entrarles por la musica o los gustos de ellos, quizá no ser tan rigida pero tampoco permitir que sean absolutamente flexible.
Los jovenes de hoy en día necesitamos confiar en las personas, sería bueno que establecieras una relacion de confianza con ellos