jueves, 21 de julio de 2011

¿PARA QUÉ VOLVER A MIRAR EL DADAÍSMO?

Por Ruth Kattia Castro Andrade

Ruth Kattia Castro (Bogotá 1961)
Volver a mirar el Dadaísmo (2011)
Técnica: Collage en papel
Dimensiones: 66 X 55 cm.



Quisiera desdibujar las férreas
fronteras que nosotros, arrogantes
humanos, tendemos a dibujar en
cuanto está a nuestro alcance.

Hannah Höch


El cadáver exquisito, (exquisite corpse), observado arriba, se encuentra anotado en la técnica del collage y muestra una aproximación al arte de vanguardia. Pretender acompañarlo con un cauce de ideas obedece en parte al deseo de conceptualizar y generar una nota de opinión ensayística enfocada a referenciar el mismo con el Dadaísmo y los propósitos subyacentes en esta corriente cuyos integrantes en un corto periodo (1916-1924), intentaron, en una especie de anarquismo nihilista, refutar el arte.


Volviendo a la imagen, si el observador fija su atención en el trabajo, en el aspecto netamente figurativo de éste, podrá percibir que se encuentra basado en el manejo de algunos esquemas corporales representados en diferentes planos de la imagen, acompañados de un sinnúmero de complementos que hacen del mismo, la muestra de una tentativa composición de esquemas corporales unidos al mundo de las vanitas; sin dejar de lado evidencias y parodias de contenido tanto étnico, como social de élite, complementado con toques de objetos de diseño exclusivo; exponiendo por sí mismo un universo dado en el manejo de contrastes similares a un caos de iconografías agolpadas, queriendo balbucear: ¡Dadá sigo aquí!, pues bien. “con el quincuagésimo aniversario del movimiento, Hans Arp conmemoró así la efeméride: Antes de la llegada de Dadá, Dadá ya estaba presente” , entonces, ¿por qué motivo, no lo va a seguir estando?

Para precisar al lector el porqué del enfoque de esta obra, en primer lugar, cabe aclarar que existe por parte de la creadora un especial interés tanto en el movimiento Dadá , (a cuya palabra se le da en francés el significado del juguete infantil de caballito de madera), como por las circunstancias particulares que rodearon los acontecimientos de aquel tiempo de Primera Guerra Mundial y posteriormente de entreguerras, las cuales afectaron el devenir del mundo entero, y por más latinoamericana que se sea, esos sucesos y sus consecuencias impactaron el devenir de la humanidad hasta los días de hoy en que no han desparecido las huellas dejadas por aquellos acontecimientos de la época. Se encuentra al margen de estos hechos, en la vida y obra de Hannah Höch , una de las abanderadas de este movimiento, nutrida fuente de inspiración.

Hannah Höch (1889 Gotha – 1978 Berlin)
Das Schöne Mädchen (The Beautiful Girl) (1919-1920)
Técnica: Fotomontaje en Collage
Dimensiones: 35. X 29 cm.

El trabajo coincide con la artista en haber creado un collage adoptado a su vez de Cubismo, en un fotomontaje a partir de revistas donde abunda la imagen de la mujer y en este caso la del hombre moderno, que a diferencia de aquel de la época en que ella producía, en la actualidad es una efigie que cobra cada vez vital importancia. En el presente, los medios masivos de comunicación se encargan de promover la imagen ideal tanto en hombres como en mujeres, sin haber dejado de cargar sobre la espalda de estas últimas, el protagonismo de un impuesto liderazgo representado en extremos exagerados que amenazan en muchas ocasiones con la integridad física, mental y emocional de las mismas.


Haberse detenido a crear un cadáver exquisito ha partido del encuentro con el escritor rumano Tristan Tzara , cofundador de movimiento en el Cabaret Voltaire de Zúrich en 1916, siendo uno de los promotores dentro del Dadaísmo del cadáver exquisito escrito, del escrito a partir del sombrero y de la escritura automática, aunque de ésta su autoría se le atribuye a André Breton en 1920, a las puertas de encaminarse hacia un Surrealismo. A este grupo también pertenecieron y actuaron en el campo intelectual y artístico personajes de la talla de Marcel Duchamp, de Man Ray, entre otros muchos actores que se me escapan por nombrar. Provenientes éstos de diferentes disciplinas, algunos de los cuales participaron en la enunciación de los muchos manifiestos que a nivel internacional se publicaron, liderados a veces a título personal, pero desde dicho movimiento .



Tristeza doméstica (s.f)

I

En la semilla de la azucena
te enterré serenamente
nos hemos amado en campanarios arruinados
los años se destraman
como los encajes viejos.
Tristan Tzara.


Retornando a la primera imagen, de allí podría ir saliendo la idea de partir hacia la interpretación de lo trascrito en esta creación en un collage, y en llevar a pensar la validez que puede tener en la actualidad crear una obra que de alguna manera ya estaba resuelta en su tiempo, comparable al hecho de argumentar que ya estaba creada, escrita, que ya tenía su propia impronta y por tanto llegar a concluir que se pudo haber perdido el tiempo en cada detalle, en cada búsqueda que imputó el realizar “Volver a mirar el Dadaísmo”.

Y ¡sí!, quizás sin poner el pesimismo propio de los dadás, en realidad sea una producción perdida, la cual no trascenderá mucho más allá de los muros de este escrito o de las paredes de una casa amiga que mire la obra con compasivo corazón. Y ¡sí!, ¡eso es así! hoy hay tantos collages hechos por doquier por grandes y chicos que la pregunta sería: ¿Para qué volver a mirar el Dadaísmo? Lo que sucede en este caso es que la propuesta se reescribe, se reinterpreta, se recrea en otro momento y en otra época donde la historia y los intereses sociales han dado la vuelta en lo externo, permaneciendo quizás idénticos e inalterables en la esencia de los mismos. Ya que el ser humano una y otra vez ha sucumbido buscando en el trasfondo hacer los mismos cambios esenciales, prevaleciendo al parecer iguales intereses por mantener a la sociedad en una aparente zona de seguridad, en la cual los cuestionamientos son mirados con gran sospecha. Por tanto, la máxime posibilidad es que esta propuesta no vaya a ir más allá de ser simplemente “otro collage”.

Sin embargo, si el fortuito observador se detiene a fondo en cada detalle, puede encontrar polémicas alianzas que rayan como en el Dadaísmo en lo satírico, en lo sarcástico y en lo antiartístico, disfrazando siempre como es la constante en otras obras de la creadora, hacer perversas denuncias mediante un tenue toque de ingenuidad. Y entonces, por si cabe de alguna manera aclarar “¿Qué es un collage? –pregunta en sus Apuntes Biográficos, y responde en tercera persona–; Max Ernst lo define de la siguiente manera: la técnica del collage es la explotación sistemática del contacto casual o artificialmente provocado de dos o más realidades ajenas entre sí sobre una superficie inadecuada a simple vista para tal cometido, y la chispa de poesía que salta en el acercamiento de dichas realidades” .

Para poder crearlo con estas características, se extrajeron imágenes de revistas contemporáneas , las cuales también han cambiado mucho en su modalidad desde los años 20 del siglo precedente. En el trabajo que nos ocupamos en este escrito, se observan recortes sacados de diversas publicaciones especializadas en la moda, el diseño, la arquitectura, la propaganda, los catálogos, etc., y cada imagen ha sido exhaustivamente buscada para poder ser atiborrada conformando cada espacio que raya en un Rococó Kitsch, el cual es otro elemento que se contrapone al minimalismo decorativo tan de boga hoy día en los diseños de interiores y en la arquitectura de la primera década del siglo XXI, en la cual pretenden dejar por fuera un significativo espacio para colgar la obra de arte, quizás en venganza de los tiempos en que el término “diseño” fue casi ignorado, aun si este asunto para nada preocupó a los Dadaístas. O más bien, se lamenta la angustiada artista que clama porque no falten paredes que permitan seguir colgando obras más allá del museo o de la galería.

De otra parte, como se ve en la siguiente imagen, también se ha echado un vistazo a terceros ejemplos desde la contemporaneidad. Hoy se pueden observar artistas a quienes de alguna manera, desde su mirada, se nota y es evidente que muy probablemente han vuelto sus ojos a las primeras décadas del arte en el siglo XX. En este caso se trata de Sara Huete , de quien también se ha observado y se ha dado una insondable mirada en algunas de sus obras .

Sara Huete (1958)
Alicia (2011)
Técnica: Collage
Dimensiones: 23cm. X 23 cm.

Tanto Huete, con la sustitución y la utilización de elementos matéricos de origen industrial en la composición de su obra, como Höch, quien a su vez impactó y sigue impactando como otros artistas de su época, no solo con el uso de sus técnicas, sino con los propósitos latentes en los mismos. Incursionando ambas con estos ejemplos en la creación de cadáveres exquisitos por medio de collages y fotomontajes que quieren existir y decir algo mucho más allá en su creación que el simple hecho de pretender ser un arbitrario recorte y pegue de pedazos de imágenes o de elementos, como banalmente algunos críticos pretendieron y pretender rotular la manera de crear de los dadaístas y en general de aquellos que se atreven a trasgredir o traspasar el cordón de seguridad. Y es así como cada una de las artistas mencionadas da su propia mirada y apreciación al manejo y la representación, en este caso, de la figura humana.


Con la desesperanza propia de los dadaístas, podría decirse que algunas búsquedas, quizás imposibles o inalcanzables, ponen a este movimiento como punto obligatorio para ciertos artistas a quienes la fuerza ejercida por aquella época les impulsa a buscar y volver a reburujar en ese momento de la historia del arte que muchos no consideran aún un movimiento. Sin embargo, ha sido el período en el que de verdad se ha logrado la ruptura con la academia tradicional y se ha experimentado por primera vez el verdadero intento de matar el arte, aun si de otra parte ya antes son bien evidentes las aproximaciones dadas a partir de los dramáticos cambios ocurridos durante el siglo IXX, sin ir más acá, podemos traer a colación la invención de la fotografía, épocas como el Romanticismo, el Simbolismo, el reconocidísimo Impresionismo, el encuentro de artes y oficios en igualdad de condiciones en el Art Nouveau, así como otras manifestaciones artísticas realizadas en las dos primeras décadas del XX desde distintas corrientes de pensamiento y de movimientos en el arte.

Según Bürger, en general para quienes desconocen temas en el arte, “Se podría objetar que la crisis del concepto de obra provocada por los movimientos de vanguardia no es evidente, que la discusión parte, pues, de falsas premisas” . Cabría pensar y preguntarse entonces, por qué cada vez con mayor ahínco los jóvenes, principalmente, siguen casi un siglo después en la misma búsqueda como lo evidenciaron movimientos como el Fluxus, del cual derivan muchas de las tendencias posmodernas sementadas algunas hoy en día en las tribus urbanas. Desconociendo en muchos casos por parte de estos grupos, que mucha de la obra actual es quizás en sus orígenes gestada o dicha precisamente desde el dadaísmo. Por eso Masiunas, el creador de este movimiento de los años 60 del siglo pasado dijo en franca concordancia con el movimiento Dadá: "Fluxus purga el mundo de la locura burguesa, de la cultura intelectual, profesional y comercializada. Purga el mundo del arte muerto, de imitación, del arte artificial [...]" , premisa en entera sintonía con lo dicho por el dadá mecánico John Heartfield “Abajo el arte y abajo las intelectualidad burguesa” .

Es así como la autora enfrenta en su obra “Volver a mirar el Dadaísmo”, origen de estas divagaciones, lo ya dicho, lo ya hecho. Mirar el pasado no es pérdida sino ganancia. En el mundo de las artes plásticas y visuales, y del arte en general, cada vez se quiere decir más y más, tanto que a veces pareciera agotado el repertorio. ¿Será acaso por eso que nos están negando las paredes? Pero no se debe desfallecer, cada día es un nuevo amanecer y por más parecido que un día sea a los otros, cada uno es diferente, cada uno tiene tenues variaciones en la emisión del color y en los hechos que hacen que se den efectos en diversas composiciones.

Es más, no solo se debe volver a mirar el Dadaísmo, sino a todo aquello que haya implicado un momento de reflexión para la humanidad. El movimiento más trasgresor desde la Primera Guerra Mundial y del tiempo de entreguerras, no ha podido quedar en silencio, de él se han derivado muchas de las tendencias que encabezan hoy las fuerzas de renovación generacional. Sin embargo, esas mismas pujanzas rebeldes nos lo han querido ya decir de diferentes maneras, en épocas diversas. Es más, aun si el arte de este tipo, como aquel de aquella época, le resulta bello u horrible al observador, efectivamente, no puede quedarse callado, habla por sí mismo, mueve inquietudes así sea solo en unos pocos y agita aquello que se pretende dejar en reposo por intereses muchas veces manipulados aun a partir del propio arte, que es la disciplina humana que propende desde luego por la libertad y la creatividad.

Como otra reflexión, según el ya citado Bürger, éste, al hablar de Marcel Duchamp, a quien se le atribuye “La fuente” Fountain (1917) como su primera obra plástica expuesta en New York dentro del Dadaísmo, fraguada dentro de los ready-mades, objetos hechos arte que él inventó. Forjándose a posteriori, en el artista más insigne en la historia del Arte Contemporáneo y célebre motor de éste movimiento . Se le menciona por ser referente obligatorio para el Arte Conceptual y a quien vale por lo menos rasguñar en estas líneas, pudiéndonos, dado el caso, detenernos a conocer de él en profundidad, consultando su vida y obra desde diversas fuentes bibliográficas y virtuales, y a quien Büerger por tanto no pudo dejar de lado en su libro y escribió: “La provocación de Duchamp se dirige en general contra la institución social del arte, ya que la obra de arte pertenece a esa institución, el ataque también le afecta” . La influencia de este artista es tan evidente, que vale la pena recordar por ejemplo en la exposición Arborizarte, realizada en la Plaza Simón Bolívar de Bogotá en diciembre de 2001, donde el artista Álvaro Barrios presentó la obra “Sueños con Marcel Duchamp” (2001), sencilla escultura que evoca algunos de los pensamientos de este dadaísta a posteriori surrealista, como lo hicieran otros integrantes del Dadaíamo.

Y por si a alguien le llegara a sorprender, someterse a todo este recapacitar, obedece como es costumbre en otras oportunidades por parte de la creadora de “Volver a mirar el Dadaísmo”, quien a su vez es docente para las artes, el hecho de haber adelantado con niñas y niños de Prekinder (4 a 5 años) el proyecto “El esquema corporal y los cadáveres exquisitos” . Cabe aclarar que las propuestas varían, hoy Dadá, mañana… Puedo asegurar a las personas que no han gozado la oportunidad que alguna vez han tenido tanto padres como allegados y la profesora que ha escuchado directamente los comentarios de estos pequeños mientras trabajaban, que de poder llegar a interactuar y hablar con estos párvulos sobre la cuestión, de hecho quedarían sorprendidísimos no solo de sus creaciones sino con los conocimientos adquiridos y la manera cómo abordan los escolares estos contenidos desde edades tan tempranas, en las cuales, mecánicamente se les pretende fijar y estandarizar, siguiendo férreamente teorías y corrientes de pensamiento, en una etapa meramente concreta, sin pretender por ello responsabilizar de esta rotulación a Jean Piaget, según la teoría del desarrollo cognitivo dentro de la psicología evolutiva , o a Víktor Lowenfeld , según su estudio sobre el desarrollo de la capacidad creadora en el arte infantil. Se evidencia en estos pequeños, la manera tan especial cómo afrontan y se expresan frente a los temas abordados más arriba, no en la profundidad de los mismos, sino en sus contenidos básicos y fundamentales, evidenciando los niveles de pensamiento abstracto subyacentes desde ya en los raciocinios infantiles.

Sin pretender centrar el discurso en este punto, pero sí con el ánimo de hacer una pertinente hipótesis que ha sido ya motivo de otros estudios por parte de quien escribe, no es que se quiera decir que el concretismo infantil no exista en la etapa preescolar, sino que se intenta rescatar el hecho que si bien es cierto que las indiscutibles predominancias de cada etapa existen, a su vez es lógico pensar que los diferentes estados de evolución o progresión del pensamiento al igual que otros procesos, están latentes en el ser humano desde el mismo nacimiento y durante todas las edades, en tanto que se van desarrollando paralelamente. Evidenciándose en lo observado por grandes estudiosos, las caracterizaciones que han determinado las evidentes etapas propuestas según predominancias innegables, desde cuyas premisas se tiende a dejar de lado en la cotidianidad del aula dado el caso, lo que simultáneamente va desarrollándose en las otras fases del pensamiento y demás componentes que llevan a la maduración del ser, siempre susceptible de enriquecer su saber, aun si la etapa concreta jamás le dejará de acompañar en la vida por más que se llegue al culmen del pensamiento lógico.

Se menciona esto con la intención de hacer reflexionar a los docentes y quizás también a los padres e interesados, sobre la profunda inclusión de contenidos que puede abordarse con educandos desde las primeras etapas escolares y ver desde allí, cómo el arte contribuye a la formación integral de los alumnos, incluyendo importantes procesos en el desarrollo del pensamiento. Permitiéndose por tanto citar al significativo referente para la educación artística, Elliot W. Eisner, quien además nos recuerda cómo: “...Las artes visuales remiten a un aspecto de la conciencia humana que ningún otro campo aborda: la contemplación estética de la forma visual”.

Para concluir, se debe volver al tema que llama la atención desde el inicio de este ensayo, el cadáver exquisito. Cualquier manifestación artística tiene aún mucho por decir y a su alrededor se pueden adelantar diversas acciones en distintos campos, las fuentes son inagotables, el arte no ha muerto, ha nacido como el fénix de sus propias cenizas generadas por la inclemencia de una sociedad, Para decir desde otras alternativas lo que quizás ya está dicho, aunque no expresado desde los múltiples modos en que se pretende una y otra vez expresar. Este escrito en ningún momento intenta justificar la obra presentada al comienzo, solo argumentarla, y esta a su vez no pretende imitar a nada, ni a nadie, debe hablar o callarse por sí misma.





2 comentarios:

Ruth Kattia dijo...

Me es muy grato ver publicado mi ensayo. Gracias Lina.

emmanuel dijo...

te felicito ma, que buen ensayo
Emmanuel Duarte